Casi 100.000 civiles iraquíes han muerto como resultado de la invasión norteamericana, según un reporte importante publicado el 29 de octubre en el Internet por la revista médica británica The Lancet. Según el reporte, el primer estudio científico sobre los efectos de la invasión sobre civiles iraquíes, más de la mitad de las muertes fueron de mujeres y niños.
Los 100.000 son mucho más que los cálculos anteriores de organizaciones no gubernamentales, pero los autores del reporte dicen que el número verdadera puede ser aun más alto.
Comparando la tasa de mortalidad antes de la invasión en marzo del 2003 con la tasa de mortalidad después de la invasión, los investigadores entrevistaron a un grupo escogido al azar de 988 hogares en 33 barrios en todas partes de Irak.
El investigador principal, Les Roberts, dijo que seleccionar muestras al azar como lo hizo su equipo en Irak es “lo que se suele hacer” en países pobres. Por ejemplo, un estudio de la tasa de mortalidad en Darfur, Sudán, utilizó los mismos procedimientos, dijo.
Roberts, del Centro de Estudios sobre Emergencias Internacionales, Desastres y Refugiados, de la Universidad Johns Hopkins, ha pasado los últimos años estudiando las guerras y las tasas de mortalidad. Pero, a diferencia del reporte sobre Darfur, por ejemplo, este reporte ha engendrado controversia.
Los autores del reporte fueron tres norteamericanos y dos iraquíes. Roberts comentó que casi fue por “intervención divina” que logró colaborar con su colega encargado iraquí, el doctor Riyadh Lafta, de la Universidad Al-Mustansiriya en Bagdad. “Fue la persona perfecta para la colaboración – tan valiente, tan honesto, tan brillante”.
Roberts llegó a Irak el 1 de septiembre y participó en las encuestas en ocho barrios, antes que se le puso demasiado peligroso y no pudo seguir. “Los norteamericanos somos tan impopulares. Mi presencia puso en riesgo a los demás encuestadores”, dijo Roberts. Se vio obligado quedarse en su cuarto de hotel durante lo que se quedaba de la encuesta.
El equipo finalizó su encuesta el 20 de septiembre, y terminó sus cálculos el 25 de septiembre. Roberts quiso divulgar los resultados antes de las elecciones presidenciales del 2 de noviembre. “Piensa no más, qué tan político sería si los resultados no saldrían a luz antes de las elecciones”, dijo. “Creo que es muy relevante”.
La agencia noticiosa Prensa Asociada (AP) reportó que Roberts se opuso a la invasión norteamericana de Irak. “Fui muy desilusionado por la manera que la AP mostró parcialidad en su reporte. Algunos del equipo estábamos en contra de la guerra, y otros no. Todos los del equipo no pensaban igual” dijo.
El equipo de encuesta tocó en puertas, comenzando en una calle escogida al azar. Tuvieron criterios estrictos para calificar a los hogares – alguien tenía que haber dormido allí durante dos meses antes de su muerte. Según la cultura iraquí, es “inaudito e inadmisible” reportar la muerte de un familiar si no es verdad, dijo Roberts.
“Escribiríamos una narrativa”, dijo Roberts. “Cuando alguien había muerto, pedíamos una explicación, y normalmente sería algo como ‘Estábamos dormidos en la cama y pasó por encima un helicóptero y tiró algo a la casa’. Así que anotábamos la causa de muerte como ‘ataque aéreo’”.
Antes de la invasión, la mayoría de las muertes eran causado por infartos cardíacos, enfermedades y accidentes cerebrales. Ahora, dice el reporte, la causa más frecuente de muerte es la violencia, y el 95 por ciento de las muertes son por la artillería de las fuerzas de la coalición o armas portadas por avión.
A la misma vez, dijo Roberts, “No hay evidencia ninguna que los soldados matan a iraquíes con abandono”.
Los 100.000 muertos por causa de la violencia de la ocupación fue una figura conservadora porque fueron excluidos los muertos en Faluya. Faluya es la ciudad del tal llamado “triángulo sunita” donde combates feroz entre las fuerzas norteamericanas e insurgentes han resultado en gran número de muertos. El reporte dice que Faluya fue “atípico” porque fue la ciudad más violenta en momentos de la encuesta.
“Nuestros datos de Faluya son válidos, pero el área es tan radicalmente distinto que nuestro equipo no tuvo mucha confianza como para incluirlos en nuestra figuras globales”, dijo Roberts. “Decidimos, por la buena ciencia, equivocarnos al lado conservador”.
Como profesional de salud pública, Roberts estaba enfurecido que después de 18 meses de ocupación, no se ha instalado ningún registro de mortalidad. Antes de ir a Irak, él pensaba encontrar la mayoría de las muertes por causa de enfermedades relacionadas a la guerra, no por los ataques aéreos.
“Cada vida es importante”, dijo. “Si supuestamente estamos tratando de ganar los corazones y las mentes del pueblo iraquí, ignorar a las tasas de mortalidad no es manera de hacerlo”.
Se puede comunicar con el autor al talbano@pww.org
100.000 civiles iraquíes muertos