Las ondas radiales han estado llena con reportes de que la Alianza Norteña, apoyada por Estados Unidos, tomó a Kabul y otras ciudades principales en Afganistán.
Muchas organizaciones noticiosas, incluyendo el New York Times, publicaron imágenes muy gráficas de las atrocidades de la Alianza Norteña, y así cuestionando el apoyo de EEUU por la alianza militar anti Talibán.
El presidente George Bush respondió con mensajes contradictorios, implicando que las víctimas merecían cualquier atrocidad cometidos por la represión de los talibanes. Pero, en un intento de distanciarse de ese comentario, Bush dijo que EEUU trabajaría para asegurar moderación de parte de la Alianza Norteña.
La organización de las Naciones Unidas habló de ejecuciones masivas cometidas por la Alianza Norteña en la ciudad conquistada de Mazar-e-Sharif, mientras el Comité Internacional de la Cruz reportó que hubieron cientos de muertes en la ciudad, aunque no dijo cuantas, si algunas, eran víctimas de ejecuciones.
Amnistía Internacional reportó que las atrocidades fueron cometidos por ambos, la Alianza Norteña y el Talibán. “Ambos, las fuerzas del Talibán y esos opuestos a ellos, han sido responsable por los abusos graves, incluyendo la matanza indiscriminados de civiles” y los ataques fatales dirigidos a cierta etnias, dijo esa organización en un informe reciente.
En una declaración del 13 de noviembre, la Asociación Revolucionaria de Mujeres Afganas (ARMA) aplaudió el “retiro” del Talibán, pero fuertemente le advirtió al mundo de la naturaleza criminal de “algunas bandas” en la Alianza Norteña.
ARMA llamó a la ONU para que envíe tropas de mantener la paz para ayudar a estabilizar la situación y garantizar los derechos humanos y democráticos del pueblo afgano.
El Consejo de Seguridad de la ONU se reunió el 14 de noviembre para discutir planes para un gobierno después del de los talibanes.
Más temprano, la ONU pedió que los grupos afganos se reunieran “lo más pronto posible” sobre el formar un gobierno de transición apoyado por una fuerza internacional. Una de las principales preocupaciones es garantizar un gobierno que pueda unir las principales comunidades étnicas de Afganistán.
La nacionalidad mayoritaria, los pachtúns, según reportes, componen la base del apoyo para el Talibán, mientras que los de Tayikistán y los de Uzbekistán, etnias minoritarias en Afganistán, componen la Alianza Norteña.
Aunque la Alianza Norteña anunció que la mujer afgana puede trabajar y las niñas puede asistir a las escuelas, ambos actividades prohibidas por el Talibán, el papel de la mujer en un gobierno después del de los talibanes, no ha sido definido claramente.
La administración Bush está tratando de imponer su agenda en esta situación fluida. Analistas de los medios de comunicaciones están especulando si la administración Bush quiere cubertura sin censura de las atrocidades para justificar el uso de tropas estadounidense y una presencia militar permanente.
Aviones estadounidenses continúan bombardear a los talibanes y fuerzas de infantería de EEUU entrenados para situaciones en tiempo malo están en el país vecino de
Uzbekistán, haciendo a muchos pensar que sin importar que sea la composición del nuevo gobierno después de los talibanes o de cualquier fuerza para mantener la paz, la administración de Bush estará en control.
Mientras tanto, la ayuda humanitaria, que fue suspendida por preocupaciones de seguridad, comenzó poco a poco de nuevo. La gravedad ambas crisis, la de refugiados y la de alimentos, en Afganistán está causando alarmando a grupos de auxilio.
De acuerdo al Alto Comisionado de las Naciones Unidos para Refugiados, 3 mil refugiados afganos entraron al noroeste de Pakistán el 13 de noviembre solo, añadiendose a los 135.000 afganos que han entrado a Pakistán desde el 11 de septiembre.
Al entrar el invierno la entrega de comida es de suma importancia. De acuerdo al Programa Mundial de Alimentos, seis millones de personas necesitan alimentos urgentemente, sin embargo solo tienen suficiente reserva alimentaria para un tercio de esos.
Carol Bellamy, directora de UNICEF, advirtió que el tiempo es corto, “En Afganistán cientos de miles de personas estarán expuesto impotentemente a los elementos del invierno, no importa quién sea la autoridad en Kabul”.
Alianza Norteña: Peligrosa para Afganistán