El presidente de Ecuador, Rafael Correa, dijo que los país latinoamericanos no reconocerán ni apoyarán la ningún voto contra la integridad territorial de Bolivia, tras el referéndum celebrado en el departamento de Santa Cruz el pasado domingo.
“Nadie va a reconocer ese referéndum ilegal”, dijo el mandatario de izquierda ecuatoriano en su programa de radio. Correa dijo que habló con varios jefes de estado de los países de Latino América y que ninguno aceptaría la secesión.
Hugo Chávez presidente de Venezuela hizo pronunciamientos similares. Él dijo que aunque no se mete en los asuntos internos de ningún otro país latinoamericano, no podría aceptar la escisión de Bolivia.
En una reunión cumbre de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) celebrada en Caracas antes del referéndum, los jefes de Estado de Nicaragua, Venzuela y el vicepresidente cubano, Carlos Lage, se subscribieron a una declaración de apoyo y solidaridad con Bolivia. El presidente boliviano asistió a esa cumbre del ALBA, pacto de integración económica. El ALBA fue constituido como una forma de contrarrestar a la política neoliberal impulsada por Estados Unidos que solo beneficia a las grandes corporaciones transnacionales, especialmente las estadounidenses.
El documento reitera la posición de no reconocer ninguna figura jurídica que vulnere la integridad territorial de Bolivia e insta a la comunidad internacional y en particular a América Latina y el Caribe a actuar a tiempo y de manera decidida. El presidente de Bolivia, Evo Morales, asistió en la cumbre.
Asimismo, rechaza los planes desestabilizadores e intentos separatistas patrocinados por la derecha a través de un referendo que viola la Constitución y las leyes bolivianas.
Igualmente, el día antes del voto el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) “aprobó una resolución en la cual expresa su solidaridad y respaldo al pueblo y gobierno de Bolivia y rechaza cualquier intento de ruptura del orden constitucional y de integridad territorial” del país sudamericano.
La OEA alabó al gobierno de Morales por buscar una salida democrática constitucional a través del diálogos.
El gobierno de Morales ha culpado a Washington por esta jornada de dividir a Bolivia. La abogada estadounidense de descendencia venezolana, Eva Golinger, dice que el gobierno estadounidense ha proporcionado $129 millones a los enemigos de Morales durante los últimos tres años.
Morales dijo que quería autonomía para el pueblo y no solo los ricos. La nueva Constitución tiene provee autonomía para indios, departamentos y municipios y que si su oposición en Santa Cruz hubiesen esperado para que se apruebe la nueva carta magna, su votación hubiera sido legal.
Él dijo que los ricos del país no le gustan tener un presidente indio y campesino cuyo gobierno lucha por los pobres, indios, campesinos y clase trabajadora.
América Latina no reconoce referéndum en Bolivia