Arrestados tras llamar atención al colonialismo

Seis independentistas puertorriqueños fueron arrestados el 6 de mayo por reclamar la independencia para Puerto Rico en la sección pública de la Cámara de Representantes en la cual tenían permiso de estar. Los seis tenían pases para estar en el Congreso y una vez empezó las deliberaciones, los seis empezaron a cantar una canción patriótica mientras aguantaban pancartas exigiendo el fin de la dominación colonial de ese país caribeño. Los seis, José Rivera, el músico José Antonio Rivera conocido comoTony Mapeyé, María Rodríguez, Luis Enrique Romero, Ramón Díaz, Eugenia Pérez fueron citados a comparecer ante el tribunal federal el 26 de mayo en Washington.

El actor Romero, dijo en una entrevista con José Delgado del diario puertorriqueño El Nuevo Día “Hicimos un acto de dignidad y amor por el país”.

Carlos Esteban Fonseca, también actor y cantante, acompañó y sirvió de portavoz de los seis, aunque no tomó parte en el acto de desobediencia civil.

Los independentistas emitieron una declaración que dice, “hemos llegado hasta aquí para protestar por el coloniaje a que está sometido Puerto Rico. Venimos en buena voluntad, en paz. Queremos ser una nación libre”.

Aunque los seis puertorriqueños declararon lo que querían, ellos conocen que legalmente le toca al Congreso de Estados Unidos decidir según la Constitución. En Puerto Rico a través de los años de dominación estadounidense se han celebrado varios plebiscitos pero ninguno tiene fuerza legal.

El congresista demócrata por Nueva York de origen puertorriqueño, José Serrano, dijo que estaba de acuerdo con los independentistas que dicen “que la decisión es del Congreso. La decisión no se va a tomar en Puerto Rico”. Serrano llamó a los arrestados para expresar su apoyo, igual que Luis Gutiérrez, representante demócrata por Illinois, también puertorriqueño.

Gutiérrez, partidario de la independencia puertorriqueña, alabó a los desobedientes por su acto “justo y patriótico”, agregando, “Nos debe servir de recordación que los puertorriqueños tienen un derecho inalienable a su independencia y libre determinación”.

Juan Dalmau, secretario general del Partido Independentista Puertorriqueño, alabó a la acción de “reclamar la independencia y en efecto condenar al colonialismo”. El dirigente soberanía de este país latinoamericano notó que “El propósito es de llamar la atención pública” al tema de la nación puertorriqueña y que “merecen el aplauso de todo el independentismo”.

La acción fue efectiva por ser dramática, dijo Dalmau. “Si hubiese tomado lugar al frente del Congreso no tuviera el mismo efecto”, dijo.

Dalmau agregó que la protesta tenía un “sentido de humor” porque fue la oficina del comisionado residente Pedro Pierluisi, delegado de Puerto Rico en el Congreso con voz pero sin voto, que otorgó el permiso. Pierluigi es del anexionista Partido Nuevo Progresista que aboga a favor de que Puerto Rico sea anexado como un estado de la Unión Norteamericana. Dalmau dijo que Pierluisi después trató de “excusarse y criticar la acción”.

No obstante, la vergüenza pasada por Pierluisi y su crítica a los independentistas, no todos de su partido se expresaron igual. El legislador anexionista José Aponte Hernández declaró que “Esta manifestación pacífica es un ejemplo de valentía de personas que quieren acción concreta sobre el status y no seguir participando en ejercicios fútiles que pocos frutos rinden”.

En Nueva York hubo una manifestación al frente del Tribunal Federal exigiendo que desmienten los cargos contra los seis activistas y en Puerto Rico representantes de las diferentes tendencias independentistas recibieron a los seis.