La naturaleza le cayó encima fuerte a los estados de Luisiana, Misisipi, y Alabama el 29 de agosto con una furia que dejó a 1,3 millones de residentes tambaleándose. El huracán Katrina, la cuarta tormenta tropical que ha visto el área desde julio – un récord desde que se mantiene esta información en los 1850s – dejó a posiblemente cientos muertos y convirtió a Nueva Orleans en un área tóxico.
Biloxi, Misisipi, al este de Nueva Orleans, fue el centro de ataque de Katrina, en unos apartamentos 30 murieron. Inundaciones, en algunos casos de 30 pies (10 metros) de profundidad tumbaron puentes y torres de cables de alta tensión. Junto con carreteras y calles cubiertos con escombros hizo difícil estimar las pérdidas humanas y materiales.
“Este fue nuestro tsunami”, dijo A.J. Holloway, alcalde de Biloxi.
El alcalde Ray Nagin de Nueva Orleans dijo que su ciudad estaba devastada. “Tenemos 80 por ciento de nuestra ciudad bajo agua. En algunas secciones la profundidad del agua llega a 20 pie. Vamos a tener una buen cantidad de pérdida de vidas en la ciudad. Es casi como una pesadilla, de la cual quiero despertar”.
Oficiales en todos los tres estados ordenaron a los residentes evacuar cuando estaba en camino la tormenta. Ellos estiman que 80 por ciento de la gente se fue. Muchos de los que se quedaron eran incapacitados, ancianos y gente de bajo recursos sin automóviles o dinero para pagar por un sitio donde quedarse una vez se fueran. El ingreso promedio para los residentes de Nueva
Orleans es de $27.133 anual y 27,9 por ciento viven bajo el nivel de pobreza, de acuerdo al Censo.
Wilbert Young nació y se crió en Nueva Orleans y actualmente es alcalde del pueblo de Wilkinsburg, Pennsylvania. Como decenas de miles alrededor del país, Young no ha podido comunicarse con su familia en Nueva Orleans.
“Solo por lo que veo en la televisión, todo se fue”, él dijo, “Nuestra casa no está ahí. La casa de mi hermana no está. Yo conozco esas calles. Esta es una comunidad afronorteamericana que trabaja fuerte. Todo – ya ido”.
Young se recuerda de Camille, el huracán del 1969 que se llevó a 256 vidas en la región. “Esto es aun peor. Nuestra casa todavía estaba intacta cuando empezamos a limpiar en el 1969. Habían caimanes y culebras por todos lados. Pero la casa todavía estaba ahí. Eso ya no existe”.
Katrina pasó por el centro de la producción y refinamiento de petróleo del país, cerrando la producción de un millón de barriles. Miles de obreros fueron evacuados de las plataformas de explotación del petróleo en el Golfo de Méjico.
Mientras tanto un barril de crudo subió a más de $70 el barril y se espera que la gasolina suba a $3 el galón al detalle.
La policía, bomberos y hasta oficiales de pezca y vida silvestre están proveyendo botes para navegar las calles inundadas. Como 7.500 tropas de la Guardia Nacional fueron movilizadas para trabajo de emergencia en Luisiana, Misisipi, Alabama y Florida. El Pentágono dijo que todo personal de reserva y activo en EEUU están en alerta para enviar al área. La Cruz Roja dijo que se necesita más ayuda que en todos los casos previos, incluyendo toda la de Florida en 2004 y 2005 junta.
Con la guerra en Irak, mucho del equipo no está en EEUU. Cuando la Guardia Nacional de Luisiana salió para Irak en octubre del 2004, los vehículos que se podían usar en inundaciones fueron con ellos. El teniente coronel de la Guardia, Pete Schneider, había advertido que “La Guardia Nacional necesita ese equipo en casa ahora para sostener la misión de seguridad de la patria”. En agosto, Schneider había dicho que sería una crisis si un desastre cayera sobre el área.
Catástrofe en el Golfo