Los pasados comicios muestran éxitos relativos, avance del FSP y señalan con entusiasmo el camino hacia las elecciones presidenciales con la candidatura de Luis Eduardo Garzón. Ante el Congreso Nacional de Paz y País, para detener la guerra.
El ex presidente de la Corte Constitucional Carlos Gaviria Díaz obtuvo el 10 de marzo una alta votación, índice de la afirmación en la conciencia popular de la propuesta del Frente Social y Político. Gaviria fue elegido con 113.150 votos contabilizado más del 90 porciento de los sufragios globales. Jaime Caycedo, su compañero de fórmula analiza el fenómeno ocurrido en las elecciones para Congreso, que catapultan al Frente Social y Político como alternativa democrática y popular a nivel nacional.
¿Qué características se advierten en las elecciones del 10 de marzo?
A pesar del clima de militarización, represión y ausencia total de garantías, los sectores populares lograron en los pasados comicios éxitos relativos. Esa es la diferencia con las elecciones de Congreso de 1.998. Ciertas tendencias de la derecha se quemaron y otras se fortalecieron. Lo más notable en el campo democrático es la irrupción del Frente Social y Político (FSP) y la importante votación obtenida, tanto para la lista única de Senado como para las listas de Cámara.
Hay que destacar el alto porcentaje de votos en blanco y aquellos conscientemente anulados, pues constituyen una forma de protesta que sin embargo podría orientarse a reforzar las alternativas democráticas.
¿El FSP se convierte ahora en una alternativa nacional?
Sí, la experiencia de utilizar las elecciones como un medio para construir el FSP, sobre la base de una política de unidad, fue fructífera. El Frente es un colectivo en desarrollo. En la acción conjunta hay que destacar el papel del Partido Comunista, la JUCO, de Presentes por el Socialismo, Dignidad Obrera, el Colectivo Guillermo Marín y otros núcleos de la izquierda. El papel de sectores muy importantes del movimiento sindical en las áreas del petróleo, la salud, el magisterio y los servicios públicos, entre otros. Hay que mencionar también el aporte de amigos independientes y personalidades. Lo nuevo en estas elecciones es el acercamiento del FSP a sectores populares que han respondido con su apoyo, junto con los candidatos elegidos, este es el resultado más significativo de la campaña. El Frente puede cumplir un papel en el nucleamiento de una alternativa democrática, con base en la afirmación del planteamiento de unidad y convergencia.
¿Dónde está ubicada la fuerza electoral del FSP?
La votación del FSP es esencial pero no exclusivamente urbana. El ambiente de guerra impidió votar en algunas regiones. La votación por el FSP en Barrancabermeja es una hazaña de los trabajadores. Lo mismo puede decirse de los votos en regiones agrarias. Es una muestra de lo que puede la resistencia popular y el trabajo de los activistas.
¿Cuál es la perspectiva a nivel nacional?
En lo inmediato es la campaña presidencial. El mensaje que recibimos de los sectores populares es el de rechazo a la guerra total y al neoliberalismo salvaje como políticas de Estado. La vía de la solución política para alcanzar la paz exige un cambio en la orientación del poder y un rechazo decidido a la intervención militar de los Estados Unidos. Hay que detener la guerra y a los guerreristas. Con la guerra quieren ocultar la gravedad de la crisis económica y social, y al mismo tiempo imponer medidas económicas y de represión para que sea el pueblo quien pague los costos de la crisis y de la guerra. Cualquier gobierno no puede alcanzar la paz. La experiencia de Sharon en Israel es la de que fue un gobernante elegido para hacer la guerra y los resultados no pueden ser más catastróficos. Se necesita un gobierno dispuesto a introducir los cambios necesarios y a trabajar por un acuerdo democrático para la paz.
Luis Eduardo Garzón respondió afirmativamente a la invitación a participar en el Congreso por la Paz previsto del nueve al 11 de mayo en Bogotá. Hay que hacer un esfuerzo hacia este evento, para reunir a los partidarios de la paz con justicia social y soberanía en un gran proyecto democrático nacional.
¿Cuál sería el contenido de ese proyecto democrático?
El FSP tiene un programa que hemos venido proponiendo. Ese programa se puede hacer más preciso, más concreto. Tiene que referirse a lo socio- económico, a la reforma de las instituciones y al tema de la solución política. Se necesita una nueva política económica diferente al neoliberalismo, que suspenda el pago de la deuda externa y la oriente a la inversión social, que impulse la reforma agraria, que confronte el desempleo, que descomercialice la salud, la educación y que elimine la escalada de alzas en las tarifas de servicios públicos. Se requiere una reforma política que no se reduzca sólo al Parlamento sino que represente una apertura democrática para favorecer la intervención popular en el control a la corrupción, que democratice los medios de comunicación y el manejo de la política económica. Varios de estos temas coinciden con los que discutirá el Congreso por la Paz.
Colombia: Frente Social y Político avanza