Colombianos se movilizan por la paz

BOGOTA — Miles de colombianos se manifestaron el 5 de julio para lograr un acuerdo humanitario para alcanzar la libertad de los prisioneros retenidos por ambos sectores en conflicto — el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP). Desde diferentes sectores políticos y desde distintos puntos de la nación pidieron el cese del conflicto armado.

A la vez, sectores colombianos pidieron al gobierno del presidente Álvaro Uribe no capitalizar las jornadas de protestas que este jueves se desarrollaron en esa nación andina, al resaltar que las movilizaciones coincidieron en una demanda común: La paz definitiva de Colombia.

El senador Gustavo Petro, pidió al gobierno que no se instrumentalice la protesta de con “fines proselitistas u oportunistas como así lo pretende hacer el presidente Uribe, corresponsable soberbio de la masacre por su intolerancia y falta de humanismo”.

Las manifestaciones constituyeron una gran jornada nacional para exigir la concreción de un acuerdo humanitario que permita el retorno a sus hogares y con vida, de los 45 retenidos por las FARC.

El ex presidente Ernesto Samper del Partido Liberal (el mismo del cual salió Uribe) sostuvo que “esta marcha no puede interpretarse como apoyo ni como oposición al gobierno”. Samper hizo sus comentarios mientras acompañaba a los familiares de los diputados muertos el pasado 18 de junio en un ataque de los militares colombianos en contra de las FARC.

La idea de la movilización nacional, según los organizadores, fue mover la conciencia de las autoridades gubernamentales para que accedan a sentarse en la mesa de diálogo con las FARC y eviten poner en riesgo la vida de los retenidos a través del rescate por la vía armada.

El coordinador de la Red de Paz en Colombia, Eduin Uribe, dijo a TeleSUR que el llamando de los manifetantes es el del “sí al canje humanitario” y ratificar la tajante negación “al rescate a sangre y fuego”, refiriéndose a la vía militar.

“Hoy el clamor desde las organizaciones sociales, desde las víctimas de secuestros y sus familiares, es que se produzca un acuerdo humanitario que favorezca el canje y esté favor de la vida”, acotó Uribe.

La jornada, promovida por el gobernador del departamento del Valle del Cauca, Angelino Graznó y a la que se fueron sumando otros mandatarios regionales, sindicatos, empresarios, líderes religiosos y organizaciones sociales, elevó una protesta al mundo por la muerte de los once diputados vallecaucanos.

El corresponsal de TeleSUR en Colombia, Camilo Romero, reportó que la jornada de se ve marcada por dos objetivos. Uno planteado desde los sectores sociales que rechazan la vía militar y abogan por el canje humanitario; y el otro promovido desde el gobierno por el presidente Uribe que exige la entrega de los cuerpos de los diputados muertos y hace un llamado a los ciudadanos a no apoyar el despeje de los municipios Florida y Pradera tal y como lo exigen las FARC.

Cientos de trabajadores también se hicieron parte de la movilización, participando activamente en las calles o desde sus puestos de trabajo.

“Estaremos en la protesta porque rechazamos el secuestro y las desapariciones y exigimos los acuerdos humanitarios”, dijo el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, Carlos Rodríguez.

La difusión el pasado 3 de julio, de un video de siete retenidos por las FARC en el que piden a Uribe concretar un acuerdo humanitario, motivó a los colombianos a apoyar la petición de las víctimas y rechazar el rescate por la vía armada, ordenado por el presidente Uribe.

“Ya que lo están pidiendo tanto los retenidos como nosotros las familias le pedimos al gobierno y a las fuerzas militares que por favor se sienten y llamen a la guerrilla para que se hable sobre el intercambio humanitario o la libertad de nuestros secuestrados, ya son muchos años, mucho dolor”, expresó Magdalena Rivas, madre de Elkin Hernández, retenido por las FARC.

Los organizadores de la jornada insistieron en la necesidad de acceder a la principal demanda del grupo insurgente que es el despeje de los municipios de Florida y Pradera en el Valle del Cauca, para concretar un canje humanitario.

Autoridades gubernamentales, lidereadas por Uribe, participaron en la actividad para exigir la liberación de los retenidos, el fin del secuestro en ese país y la entrega de los cadáveres de los ex congresistas y en contra de la demandas de los organizadores del evento de que el gobierno de Uribe entre en negociaciones con las FARC.

El color blanco fue escogido como símbolo de la jornada que partió desde distintos puntos del país, como Cali y Bogotá para hacer un llamado a la paz. Pitos, pancartas, sirenas, cadenas humanas y hasta el silencio, acompañaron la actividad pautada que paralizó las actividades por una hora en el país andino.