NEW BEDFORD, Massachusetts – Esta pequeña ciudad de 1000 mil fue estremecida por el asesinato de Bernadette “Bunny” De Pina, cuyo hijo se sospecha mató otro en los que se alega fue peleas entre pandillas. Se piensa que fue una pandilla rival que la mató.
Más de 30 han muerto en una ola de violencia en los últimos años. Las comunidades más afectadas, de clase trabajadora pobre – afronorteamericanas, caboverdeanas, puertorriqueñas, centroamericanas y portuguesas – son las que más buscan que se resuelva esta violencia sin sentido.
El grupo New Bedord Invierte en la Juventud dice que esta ciudad se enfrenta a una deserción escolar de 34 por ciento, y falta de empleo, centros recreativos para los jóvenes, transportación pública, y educación sobre salud.
Últimamente activistas juveniles y comunitarios se han unido en una coalición para exigir programas para la juventud como manera de prevenir la violencia. El activista comunitario Draé Perkins dijo, “los eventos recientes, aunque trágicos, han motivado a gente tomar acción y organizar para dirigirse a las raíces de la violencia”.
Comunidad y juventud buscan frenar violencia