NUEVA YORK – Más de 200 miembros del Comité Nacional del Partido Comunista (PCEUA) e invitados llenaron el salón Unidad Winston aquí el 20 y 21 de noviembre para examinar los resultados de las elecciones del 2 de noviembre.
Este organismo directivo del PCEUA, que se reúne dos a tres veces al año, extendió invitaciones a muchos activistas y nuevos militantes del PCEUA y a la Liga de Jóvenes Comunistas que trabajaron hombro a hombro en la batalla histórica para derrotar a George W. Bush y la agenda ultra derechista. La multitud multirracial incluyó a todas las generaciones, de 19 a 90 años de edad.
Aunque el reporte principal y la mayor parte de la discusión de dos días estaban de acuerdo que la elección de Bush significa un retraso peligroso por la paz, el progreso y la democracia, los participantes encontraron razones suficiente que inspiran y dan esperanzas para las luchas que enfrentarán en el futuro inmediato.
Parafraseando al autor inglés Charles Dickens en su mensaje de bienvenida, el vicepresidente ejecutivo del PCEUA, Jarvis Tyner, dijo, “Estos son los peores tiempos, pero a la vez de los mejores.”
Aunque Bush haya ganado las elecciones, poniendo en gran peligro a la gente estadounidense y la del mundo, dijo Tyner, a la misma vez nuestro país ha visto el nacimiento de un nuevo movimiento de todo el pueblo, de la cual no se ha visto semejante en las últimas décadas.
El presidente nacional del partido, Sam Webb, abrió la reunión con un reporte comprensivo examinando los factores principales que llevaron a la derrota de John Kerry. La utilización del terrorismo, la religión y el racismo por el Partido Republicano y su estratega, Karl Rove, fueron algunos de los factores más importantes, él dijo.
“La campaña de Bush y su poderoso aparato de propaganda explotaron sistemáticamente e incansablemente a las profundas ansias y los temores causados por los atentados terroristas del 11 de septiembre”, dijo Webb.
“Yendo puerta a puerta en Ashtabula, Ohio, por ejemplo, encontré a mucha gente preocupada por el peligro de otro ataque terrorista – no necesariamente en las calles de Ashtabula, pero en nuestro suelo nacional. Con o sin razón, la gente se siente vulnerable, y Bush y su maquinaria propagandadística hizo aumentar ese sentimiento de vulnerabilidad”.
El uso extenso del racismo y de la supresión del voto por parte de los republicanos contribuyó de manera muy clara a una victoria de Bush.
“Bush también se aprovechó de la supresión sistemática del voto antes y durante el día de las elecciones. Puede ser que nunca se conocerá el alcance verdadero de robo los de votos, pero queda claro que fue significativo y lleno de racismo tan penetrante, intencional y abierto que hace uno pensar en los peores días de Jim Crow [el racismo oficial en EEUU]”, declaró Webb.
“Esto fue dirigido por los republicanos a las comunidades de color y especialmente contra el pueblo afronorteamericano”. Las llamadas por una lucha intensificada contra el racismo y en favor de los derechos de votar fueron recibidas con fuertes ovaciones.
Saludando el nacimiento de una coalición progresista de un tamaño y una envergadura no vistos en nuestro país desde hace mucho, Webb dijo que esta coalición fue “fijada en los sectores centrales del pueblo norteamericano – los trabajadores, los oprimidos racialmente, y las mujeres”.
Hizo un llamamiento para que siga el crecimiento de la coalición. “Con la iniciativa, la creatividad, y las acciones unidas, esta coalición puede y tiene que profundizarse y extender su alcance a cada región del país (especialmente al Sur) y a más amplios sectores del pueblo”, dijo. “Aun entre los que actualmente apoyan a Bush hay distintas clases y fuerzas sociales cuyos intereses son contradictorios, presentándose así oportunidades para el movimiento progresista quitar poco a poco parte de este apoyo”.
Basado en sus propias experiencias, la mayoría de los que hablaron expresaron un optimismo realista de que el movimiento pueda crecer más fuerte en las gigantescas batallas contra la administración Bush y el capital norteamericano.
En su reporte, “Construir al Partido, Construir a la Coalición”, Joelle Fishman, presidente de la comisión de Acción Política del PCEUA rindió cuentas del trabajo del partido, su estrategia, y sus tácticas.
“Muy pronto se hizo evidente lo correcto de la estrategia de coalición centro-izquierda cuando surgió un movimiento fantástico, activando a muchos miles de jóvenes, y a gente de todas las edades que nunca antes habían sido comprometidos. El centro de la movilización electoral en estas elecciones fueron las nuevas estructuras populares y de los trabajadores”, dijo ella.
Fue vitoreado también el papel heroico del movimiento sindical. Wally Kaufman, de Ohio, líder del “Proyecto Medio Occidente” del Partido Comunista, dijo “Durante casi toda mi vida he sido parte del movimiento sindical, y la movilización de los trabajadores en esta campaña electoral ha sobrepasado todo lo que he experimentado”. En la reunión, Kaufman fue honrado por sus años de dedicación desinteresada a las luchas de los trabajadores y del pueblo.
Un oficial elegido afronorte-americano contó de su experiencia en construir exitosamente una coalición, que incluyó a grupos de trabajadores y por los derechos de las mujeres, a la comunidad afronorteamericana y a la juventud. “[Esta coalición] tiene que mantenerse animada y enfocada para avanzar en dirección correcta, enfrentando a lo que nuestro país tiene que resolver en términos de cuidado de salud, educación, más trabajos, por supuesto,” dijo.
También se discutieron cuestiones relacionadas con la religión y las “cuestiones morales”, el concepto de “estados rojos contra estados azules”, y los papeles de distintos sectores del electorado.
Fue tema de mucha discusión el alcanzar a gente de clase trabajadora que pueda haber votado en contra de sus propios intereses. Un líder sindical méjicoamericano dijo, “Muchos de los que votaron por Bush son víctimas tanto como los demás, y sí podemos alcanzarlos”.
Luego, aludiendo a la tristeza post-electoral que muchos sintieron, describió una fiesta de “victoria” en la cual una música tocó una canción que hizo resumen de sus sentimientos. “Tuvo que ver con la vida de un pastor de ovejas. No importa como se siente, hay que levantarse y ordeñar esa cabra”, dijo.
Un pastor de una congregación le dijo a la audiencia que la ultra derecha entre las fuerzas religiosas saca provecho de las comunidades que quedan devastadas por los efectos de la globalización corporativa.
“Agricultores, pueblos pequeños y rurales están siendo volcados por la globalización. La gente como Bush dirían cosas como ‘todos los cristianos [piensan como él]’, pero no es cierto, por supuesto. Hay todo una gama de cristianos”, y muchos luchan con su fe y el papel que tiene en promover cambio por la paz y la justicia social, dijo.
La asistencia en la reunión mostró una creciente vitalidad dentro y alrededor del PCEUA: el amplio rango de nuevas caras incluso a oficiales elegidos, activistas sindicales, estudiantes universitarios, y muchos más.
Heraclia Cabral, activista del sur de California, dijo que aunque no viajó a ningún estado de “clave”, se sintió orgullosa de haber distribuido 200 ejemplares del periódico People’s Weekly World/Nuesto Mundo cada semana, de haberse puesto como voluntaria para vigilar a un lugar de votación en el día de las elecciones, y de haber inscrito a nuevos votantes.
“Un votante que inscribí fue ex delincuente. Él ni supo que podía votar”, dijo Cabral con lágrimas en los ojos. “Yo me pongo muy emocionada porque he votado desde que tuve 18 años, y este hombre ni conocía sus derechos. Estaba tan orgulloso cuando votó y me enseño su recibo de votante”.
La Liga de Jóvenes Comunistas tuvo la reunión de su Consejo Nacional el mismo fin de semana, en donde se mostró la misma vitalidad. No hubo evidencia ninguna del derrotismo ni de la depresión en este período después del 2 de noviembre, pero más bien un sentido que hay que seguir la lucha por la juventud.
Casi 60 representantes de todo el país asistieron a la reunión de la juventud y partes de la reunión del Comité Nacional del partido.
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