Gerardo Hernández, uno de Los Cinco de Miami, fue condenado a cadena perpetua en virtud de una acusación vinculada al derribo de dos avionetas sobre la cual la Fiscalía reconoció no tener evidencia alguna, al punto de presentar una solicitud para abandonarla ante la Corte de Apelación de Atlanta.
Más absurdo aún, Cuba fue avisada de la llegada de estas avionetas en su espacio aéreo, no por Gerardo sino por la Agencia Federal de Aviación de los propios EE.UU.
En una intervención ante un numeroso público, reunido recientemente en Miami en ocasión del 5º aniversario de la encarcelación de Los Cinco, el abogado neoyorquino Leonard Weinglass, bien conocido como experto de los derechos civiles, analizó varios aspectos de la causa de esos cubanos, señalando cómo un jurado encabezado por un individuo hostil a Cuba llegó a tomar tan insensatas decisiones.
Contó Weinglass: “La evidencia era tan pobre que al final del juicio la Fiscalía acudió a la Corte de Apelaciones con un escrito de emergencia y dijo: ‘Si la jueza instruye al jurado como dijo que lo hará, nosotros no tenemos caso contra Gerardo Hernández, porque no tenemos ninguna evidencia de que se tratara de una conspiración para derribar las dos avionetas en aguas internacionales’. Ese es literalmente el significado del auto de acusación que la jueza le instruyó al jurado leer”.
“Y aunque ella sí los mandó a leer la parte donde decía que si el Gobierno reconocía no tener evidencia alguna de la participación del acusado en el derribo de las dos avionetas en aguas internacionales no habría caso, al jurado le tomó sólo un día analizar este cargo para luego sentenciar a Gerardo Hernández a cadena perpetua.”
“¿Cree usted que Gerardo Hernández fue quien previno a los cubanos?”, preguntó el abogado.
“De eso lo acusaron como parte de esta conspiración para cometer asesinato. No fue Gerardo Hernández. Resulta que fue la Agencia Federal de Aviación de Estados Unidos la que notificó a los cubanos que las avionetas iban en camino. Gerardo Hernández no tuvo nada que ver con eso.”
Este día, a pesar de estas advertencias, las avionetas continuaron hacia el territorio cubano, explicó Weinglass. “Los cubanos hicieron despegar sus MIGs. Basulto dio la vuelta y los MIGs derribaron las otras dos avionetas. Basulto llevaba encendida su grabadora en la cabina del piloto para dejar constancia de esta nueva misión ‘exitosa’ sobre Cuba. La cinta seguía corriendo a medida que los MIGs se acercaban y hasta puede escucharse la risa de Basulto al tiempo que las otras dos avionetas estaban siendo atacadas”.
Weinglass señaló que ésta es la primera vez en la historia de EEUU que se levantan cargos por asesinato “cuando dos aviones de un país soberano derriban otro avión en defensa de su integridad territorial”.
“Nunca antes se había dado un caso de asesinato en un contexto semejante. Y tampoco nunca antes se dio un caso de asesinato basado en evidencia tan pobre, aun cuando fuese viable. Se trata de un acto justificado por parte de un Estado soberano en legítima defensa de su territorio.”
En los 20 meses que precedieron al derribo de las avionetas, recordó Weinglass, “se produjeron 25 vuelos sobre el territorio cubano de Hermanos al Rescate sin que el Gobierno de la Isla tomara medida alguna contra ellos. Ningún país toleraría esto; menos aún uno que, como Cuba, había sufrido una larga historia de agresiones provenientes de Estados Unidos”.
Recordó cómo, en enero de 1996, Cuba invitó al almirante Carroll, de la Marina de Estados Unidos, a visitar el país. “Durante su estancia en Cuba, el almirante Carroll se entrevistó con el jefe de la Fuerza Aérea cubana que le dijo: ‘Almirante Carroll, nosotros no vamos a tolerar más estas acciones. No podemos. Tenemos información que hay planes inmediatos de artillar esos aviones que sobrevuelan nuestro territorio con bombas y explosivos y nosotros tenemos que defendernos’. Le pidió al almirante Carroll que cuando regresara a Estados Unidos instase al departamento de Estado y al Pentágono para que pusieran fin a estos vuelos ilegales sobre territorio cubano”.
El 24 de febrero de 1996, las avionetas de Hermanos al Rescate hicieron caso omiso a las advertencias. Ellos fueron advertidos del peligro antes de despegar de la base en Estados Unidos y luego en Cuba por los cubanos.
– Tomado de Granma
Condenan a cubano sin evidencia