CARACAS (Fuentes Combinadas) — En una exposición ante los diputados de la Comisión de Ciencia, Tecnología y Medios de Comunicación, la investigadora Eva Golinger describió la estrategia utilizada por Estados Unidos para encubrir los financiamientos del departamento de Estado.
Uno de los financiamientos, dijo, es a través de la oficina para las iniciativas hacia una transición (OTI), que contrató una empresa, Development Alternative Inc., para manejar un presupuesto de 15 millones de dólares anuales en programas de desestabilización en contra Venezuela.
También informó que el Congreso de Estados Unidos acaba de aprobar fondos por 10 millones de dólares para reforzar su estación radial de propaganda, La Voz de América, en colaboración con medios y periodistas de Venezuela.
Golinger mencionó que la Agencia del Desarrollo Internacional de EEUU (USAID), financiada con fondos públicos manejados por el Congreso estadounidense, bajo supervisión del departamento de Estado y la embajada de ese país, operan en Caracas.
Los beneficiarios, entre ellos están Primero Justicia e Instituto de Prensa y Sociedad, cobran en dólares y reciben asesoría especializada del departamento de Estado, según Golinger.
USAID declara en su página web que actualmente financia a más de 300 programas y grupos en Venezuela, para “promover la democracia”, a través de su oficina para las iniciativas hacia una transición, establecida en Caracas en junio de 2002, dos meses después del golpe de abril, explicó la abogada.
Esta oficina, agregó, contrató una empresa estadounidense para manejar quince millones de dólares anuales en financiar proyectos y programas de grupos de oposición a través de organizaciones estadounidenses.
Eva Golinger hizo un amplio y detallado recuento de las operaciones realizadas por el departamento de Estado en Venezuela desde 1945 hasta 1970, para reclutar a periodistas y medios de comunicación y advirtió que ahora esas actividades son más discretas, pero no por ello menos perjudiciales.
“A través de mis investigaciones he logrado desclasificar documentos que demuestran quiénes han recibido ese dinero para asesorías y con qué fin. En casi todos los casos resulta que es para fines de desestabilización y acciones criminales y antidemocráticas”.
“En mis dos libros que tengo aquí para consignar en la comisión, el Código de Chávez y Bush vs Chávez, detallo, analizo y demuestro cómo los grupos y actores involucrados han intentado derrocar el gobierno del presidente Chávez y destruir la revolución bolivariana”, precisó Golinger.
La abogada Golinger dijo que estos fondos se filtran a través de organizaciones vinculado con los partidos demócratas y republicanos. También usan personalidades famosas, incluso a gente progresistas, para hacer el trabajo subversivo enmascarado de animando el libre intercambio de ideas y la democracia sin que estos mismos sepan que solo son instrumento de la CIA y otras 15 agencias de inteligencia estadounidense, agregó.
Ella dijo que los que se envuelven en las prácticas en contra de la Revolución Bolivariana no necesariamente comparten la política del gobierno de Bush, sino que comparten la misma visión sobre Venezuela y el gobierno del presidente Hugo Chávez.
Golinger hizo sus investigaciones usando la Ley de Libre Acceso a la Información (Freedom of Information Act).
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