Correspondencia obrera: Unidad laboral en San Diego

El 8 de noviembre el movimiento sindical y sus aliados en San Francisco se enfrentarán al reto político de más importancia desde la histórica convención de la AFL-CIO el verano pasado. Lo que está a riesgo es el futuro de una coalición laboral-comunitaria que ha sacado a uno de los municipios más grande de EEUU del estancamiento “conservador”, y una estrategia para derrotar a la ultraderecha en el año que viene.

El motor de la lucha que viene es el voto “especial” en California. Grupos de la las industrias, ideólogos, partidarios políticos, fanáticos religiosos y sus patrocinadores financieros están impulsando la mayoría de las proposiciones en la papeleta. La presencia de una sección no democrática de “Medidas en Conflicto en la Papeleta” dentro de las propuestas hace su derrota una necesidad. Mientras tanto, viviendas asequibles, salarios justos, pensiones para empleados en el servicio público están en juego en las próximas elecciones de la ciudad de San Diego. La ciudad elegirá su primer alcalde “fuerte” y una cuarta de su concejo municipal.

Lace Watkins, miembro del Local 2028 del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios y organizador para la Alianza por un California Mejor, dijo que nuestro enfoque está dentro del marco de “movernos con urgencia en una manera unificada y determinada para retomar a San Diego ... [y] el futuro de California”. La unidad forjada en el crisol del conflicto como la clave a la victoria es cosa que sabe Mickey Kasparian, presidente del Concilio del Trabajo de los Condados Diego e Imperial. Kasparian, que también es presidente del Local 135 del Sindicato de Trabajadores de Alimentos y Comerciales, dijo, hablando de la huelga de los trabajadores de supermercados el año pasado, “No nos olvidaremos del apoyo que la comunidad laboral nos brindó durante nuestro paro de 20 semanas”. Las oficinas del Local 135 es el centro de las actividades de campaña, como hacer llamadas a votantes, organizar gente a ir de puerta en puerta, y otras actividades.

“No hay unión laboral en San Diego que no exista para ayudar a los trabajadores y sus familias vivir mejor”, Donald Cohen, director ejecutivo del Centro sobre Iniciativas Políticas y asesor político al concilio del trabajo. Cohen ha negociado exitosos Acuerdos de Beneficios de la Comunidad y campañas en favor de salarios justos, él sabe, sin embargo, que lo que se gana haciendo piquete se puede perder en las urnas.

“Lo importante es que tenemos una unidad en el movimiento laboral de San Diego que no existe en otros lugares”, dijo Jerry Butkiewicz, secretario tesorero del Concilio del Trabajo de San Diego. Como articulamos este principios este 8 de noviembre tendrá un efecto estatal como local e importancia al nivel nacional también.

El escritor es un obrero de astillero