Partido Comunista de Canadá
Partido Comunista de EEUU
Partido de los Comunistas de México
Partido Popular Socialista de México
La Cumbre del 20 y 21 de Agosto, que reunirá al Primer Ministro de Canadá, Stephen Harper, el Presidente George W. Bush, de Estados Unidos, y el Presidente Felipe Calderón, de México, y el tema central del encuentro, la “Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte” (ASPAN), constituyen una grave amenaza para los derechos democráticos y sociales de los pueblos de Canadá, Estados Unidos y México, para la soberanía nacional de nuestros respectivos países y para la causa de la paz.
Los partidos abajo firmantes nos unimos a los movimientos sindicales, anti-guerra, medioambientales, sociales y populares para denunciar la agenda dirigida por las grandes empresas y para protestar contra el ASPAN, que tiene como objetivo imponer dicha agenda a los pueblos de nuestros países, y para lanzar un llamado a la movilización más amplia posible de los sindicatos y de las otras fuerzas populares, con el objetivo de parar y derrotar esa ‘iniciativa’ peligrosa y reaccionaria.
Los verdaderos intereses de clase que pretenden imponer el ASPAN, son los de las empresas y de los bancos más grandes, que actúan por medio de los numerosos centros de investigación política (“think tanks”), tales como el Consejo Canadiense de Ejecutivos de Empresas (Canadian Council of Chief Executives - CCCE), el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (Center for Strategic and International Studies - CSIS), el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), el Consejo de Administración sobre Canadá (Conference Board of Canada) y el Consejo de Relaciones Extranjeras (Council on Foreign Relations de Estados Unidos). Otro centro de investigación política, constituido recientemente, es el Consejo de Competitividad Norte Americano (North American Competitiveness Council) formado con diez de los mas importantes ejecutivos de empresas de cada uno de los tres países, que estuvo dirigiendo todo el proceso de la ASPAN para garantizar que “los gobiernos se pongan a escuchar al sector privado para que éste les diga lo que deben hacer.” Entre las grandes empresas representadas en el Consejo están las firmas Lockheed Martin, Wal-Mart, Exxon, General Motors, Home Depot, GE, Ford, Wal-Mart, Merck y Chevron.
Según lo que declaran estos patrocinadores empresariales, el ASPAN tiene como objetivo “profundizar la integración Norteamericana (...), transformando a los tres países y estableciendo la dinámica de una nueva economía continental”. Eso crearía una “Arquitectura Norteamericana de Seguridad” común, “aseguraría la redes de recursos energéticos y estratégicos necesarias para mantener la competitividad” e impondría una sola “armonización de la reglamentación regional” sobre casi todos los aspectos de la vida económica y social, “la agricultura, el agua, la salud, los servicios de urgencia, la energía (eléctrica, nuclear, hidráulica, gas y petróleo), las redes de información y de telecomunicaciones y los sistemas bancarios y financieros”.
En otras palabras, el ASPAN es una vía rápida hacia la creación de una “Unión Norteamericana” firmemente anclada bajo el dominio del imperialismo estadounidense y de las empresas y bancos transnacionales que lo componen. El ASPAN consolidaría el control de las grandes empresas sobre la energía, el agua y los otros recursos naturales del continente, reduciría más aún los derechos laborales y democráticos, aceleraría la privatización de servicios públicos tales como los cuidados de salud y la educación, y reforzaría la campaña de militarización llevada a cabo por el gobierno Bush en el marco de una supuesta “guerra contra el terrorismo”.
Los trabajadores y trabajadoras, las mujeres, los pueblos indígenas, los inmigrantes y las personas de color, así como todas las personas que luchan para defender los derechos democráticos, para oponerse a las guerras y a las agresiones y para preservar nuestro medio ambiente, o sea la vasta mayoría de los ciudadanos de nuestros tres países, tienen como interés común desbaratar ese peligroso plan en favor de las grandes empresas. Como pueblos vecinos, luchamos para estrechar los vínculos de colaboración y la amistad que nos unen por encima de nuestras fronteras. Pero también rechazamos todo intento hecho por los congéneres de Exxon, Wal-Mart, Lockheed Martin y los gobiernos de derecha que les sirven, de decidir nuestro futuro y destruir los derechos soberanos de nuestros pueblos.
¡Unámonos para parar y derrotar la “Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte” (ASPAN)!
Declaración conjunta de partidos sobre la Cumbre del 20 y del 21 de Agosto de 2007 y sobre la ASPAN