Derecha en Méjico amenaza candidatura de progresista

Las fuerzas conservadoras en Méjico, alarmadas por los éxitos electorales de movimientos izquierdistas en Sudamérica, demuestran señas de movilizarse para prevenir desarrollos similares en ese páis.

Méjico parece estar listo para un movimiento hacia la izquierda, siguiendo la tendencia emergente establecida en Venezuela, Brasil, Argentina y Uruguay. Las victorias recientes de la izquierda en estos países son señales de un repudio al capitalismo sin restricciones y políticas de libre mercado del Banco Mundial.

El fermento creciente en Méjico data del 2000, cuando el disgusto extenso con la corrupción de muchas décadas de gobierno apoyado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) resultó en la elección de Vicente Fox Quesada del Partido Acción Nacional (PAN). Desde que ganó la presidencia, Fox ha continuado mayormente las políticas de su precursor y ha funcionado en una manera diseñada para complacer a Estados Unidos.

Sin embargo, Fox fue forzado por la opinión pública a oponerse a la guerra en Irak, y esto le ha ganado desprecio por la administración Bush. Mientras tanto el nivel de vida de la mayoría de la población de 100 millones continúa al declive.

Sondeos recientes indican que Andrés Manuel López Obrador del Partido Revolucionario Democrático es el favorito para ganar las elecciones presidenciales del 2006. La popularidad de López Obrador – quien es el gobernador del Distrito Federal de Méjico, el equivalente al alcalde de la Ciudad de Méjico – se basa mayormente en haber dirigido los recursos de su administración para ayudar a la clase trabajadora, los pobres y ancianos.

El PRD se organizó en 1989 por seguidores izquierdistas del PRI, el Partido Comunista de México, y otros grupos de izquierda y progresistas. Ha tenido solamente éxitos organizando, pero la alta visibilidad y popularidad de López Obrador pueden ser la fuerza en el crecimiento e influencia del PRD.

Las fuerzas conservadoras en Méjico, dirigidas por Fox, reconocen la amenaza política planteada por López Obrador y han optado enseguida designarlo como un populista peligroso. Existen indicaciones que la administración Bush está involucrada en esta campaña para calumniarlo. Ahora los esfuerzos de la administración mejicana ha ido más allá de acusaciones e incluye un atentado de desviar la campaña del favorito al procesarlo en las cortes.

En 2001, el gobierno del Distrito Federal extendió una carretera de acceso al Hospital ABC. Los dueños de la propiedad adyacente fueron a los tribunales, diciendo que el trabajo en la carretera usurpaba su terreno. Aunque los límites de la propiedad parecen dudosos, un juez ordenó cese al trabajo.

La acusación contra López Obrador es que su gente no paró el trabajo inmediatamente. La administración Fox posteriormente decidió procesarlo por crimen mayor y promovió revocarle la inmunidad bajo la ley mejcana.

Un comité parlamentario aprobó la revocación de la inmunidad de López Obrador el mes pasado. El 7 de abril, la cámara baja aprobó la revocación por un margen voto de 360 a 127. Toda la delegación panista votó por la moción, junto a todos menos 12 representantes del PRI, y ocho miembros del Partido Verde, a pesar del sentimiento público contra la movida. Se espera que pronto arresten a López Obrador.

Si se procesa a López Obrador, él no podrá postularse para las elecciones hasta que los tribunales decidan el caso a su favor. Los procedimientos judiciales podrían arrastrarse por mucho tiempo y evitarían que sea candidato.

A pesar de los esfuerzos por el presidente mejicano y las fuerzas conservadoras de prevenir su candidatura y hacer daño al PRD López Obrados se mantiene firme. Él ha anunciado su candidatura para la presidencia y ha jurado no buscar fianza, pero ir a la cárcel en protesta.

“Ellos [la administración Fox] son los que realizan el truco de llamar los pocos beneficios que se les dan a la mayoría de ‘populismo’ o ‘paternalismo’, pero las grandes cantidades que ellos les dan a la minoría de rapaces le llaman ‘desarrollo’ o ‘reconstrucción’”, declaró.

Muchos mejicanos creen que los cargos contra López Obrador son inventos y es otro ejemplo de una cultura política que se ha caracterizado por una corrupción sobresaltada. La bolsa de valores mejicana reaccionó nerviosamente, temerosa de la ira pública. Y López Obrador parece estar comprometido a postularse a la campaña presidencial desde el interior de una celda de la cárcel.