La administración Bush necesita a California para ganar en las elecciones presidenciales del 2004. El premio mayor del Colegio Electoral será California – el estado con los más votos – con el sistema de que el ganador se lleva todos los votos. En las últimas elecciones los votantes de California le dieron su voto abrumador a Al Gore. Karl Rove, asesor político de Bush, dijo que él cree que Bush puede ganarse a California.
Para Bush ganar en California tiene que hacer dos cosas. Primero, los republicanos, con la ayuda de la administración Bush, tiene que ganar escaños en la legislatura, ahora controlada por los demócratas. Segundo, los republicanos necesita aumentar su voto latino y convertir a los votantes latinos en republicano.
Los republicanos y la administración Bush ya han empezando a implementar el plan Rove-Bush para apoderarse de California. La gente de Bush conocen que ambas cámaras de la legislatura de California están controladas por los demócratas. Además, los demócratas tienen una ventaja estructural en las contiendas. Cada puesto estatal político principal está en manos de los demócratas. Para tomar control de California, los republicanos han auspiciado la destitución contra un gobernador dos veces electo, Gray Davis. El congresista republicano, Darrel Issa, gastó $2,96 millones para hacer un voto sobre la destitución del gobernador para el 7 de octubre, una elecciones que le costará $60 millones a los contribuyentes.
El voto de destitución le ha dado a los republicanos la oportunidad de atacar a los demócratas en la legislatura estatal como los únicos responsable por la crisis del presupuesto de un déficit de $39 mil millones. Los republicanos están usando un mensaje pro empresarial para atacar a los demócratas como antiempresarial. Por esto le echan la culpa a los demócratas por el alto desempleo del estado, impuestos altos, y lo que ellos llaman beneficios laborales “fuera de control”, basado en el apoyo demócrata de propuestas que favorecen a los trabajadores como sueldos comparables para la industria de la construcción, beneficios por heridas en el trabajo, ausencia pagada por razones familiares, mejores regulaciones de seguridad y salud en el trabajo y pago extra por jornadas de más de ocho horas.
No es sorpresa que en ningún sitio en el mensaje republicano se menciona la política económica, anti-laboral de la administración Bush, los efectos de la política de comercio extranjero como el Tratado de Libre Comercio Norteamericano o el escándalo Enron-Bush y claro no hay mención de la guerra con Irak, todos han contribuido a la crisis presupuestaria.
Con la destitución apenas unas semanas, los candidatos de derecha como Arnold Schwarzenegger, que se está postulando como un candidato moderado, y Tom McClintock, un senador estatal republicano conservador, están en la papeleta, igual que muchos otros candidatos. Los candidatos principales republicanos están en linea con la política de la administración Bush y su mensaje está claro: Ahora es la hora de retomar a California.
El único candidato demócrata será el vicegobernador Cruz Bustamante. Su candidatura puede asegurar el voto latino para los demócratas. Esto presentará un problema para los republicanos y sus esfuerzos de aumentar el voto republicano latino.
Otro problema para los republicanos será el de los sindicatos de California. La Federación del Trabajo de California celebraron una convención especial esta semana para planear su estrategia para bloquear que los republicanos tomen control del estado. Esto tendrá un impacto grande en la votación de destitución.
Los republicanos necesitan ganar más votos de los latinos si van a ganarse a California. En las últimas elecciones presidenciales ellos recibieron como 27 por ciento de voto latino de California. En la última década el voto latino ha aumentado un 1,1 millón en California. Los votantes blancos no hispano han rebajado por 100 mil en el estado, de acuerdo a un reporte de Instituto Field.
Los demócratas tienen más gente que los republicanos entre los votantes latinos, tres por cada latino republicano y 60 por ciento de los latinos son inscritos como demócratas, 22 por ciento como republicanos, y como 18 están sin partido o de otro.
Hay como cuatro millones latinos que viven en el condado de Los Angeles, 40 por ciento de la población latina del estado y 12,5 por ciento de la población latina del país. La gente de Bush saben de este gran crecimiento y cambio en el sur de California. Convertir a los latinos es parte de plan de retomar a California de la administración Bush y el Partido Republicano.
Ganar contra los ataques antilaborales derechista contra California tomará un frente de todo el pueblo con organizaciones sindicales y de la comunidad, además de otros progresistas trabajando unidos contra este ataque con fuerza, coordinación y resolución. La dirección del frente popular determinará, no solo los resultados de voto sobre la destitución, sino el futuro de California.
David Trujillo es un organizador sindical.
Se puede comunicar con él al pww@pww.org.
El camino al futuro de California