Opinión 'No puedo quedarme sentado con los brazos cruzados mientras siga esta guerra sacrificando a niños y robando almas”. Esta fue la respuesta que yo recibí de Fernando Suárez del Solar al preguntarle sobre su última y más atrevida idea para poner fin al derrame de sangre en Irak.

Muchos lo encontrarán como triste ironía saber que el primer mejicano caído en esta guerra llevaba el nombre de Jesús. El hijo de Fernando, Jesús Suárez del Solar, era un alma joven y carismático que puso suma importancia en la ayuda a los niños. Jesús se metió a los Marines creyendo que iba liberar a los niños de Irak. Esa fue su misión, y cuando él falleció, Fernando la tomó como suya.

Fernando se dio cuenta de que su hijo cayó víctima del fuego enemigo y quedaba devastado, pero su corazón iba romperse aun más. Pronto llegó a saber por su propia cuenta en una misión humanitaria a Irak, que los militares le habían mentido. Su hijo fue víctima de las únicas armas de destrucción masiva encontradas hasta el momento en Irak: Jesús había pisado a una mina ilegal norteamericana. Desde que aprendió la verdad, Fernando ha tomado como suya la misión de echar luz sobre la multitud de mentiras que rodean a la invasión y ocupación de Irak, y de ayudarles en lo que sea posible a los niños en Irak, así como a los soldados ex compañeros de su hijo.

Después de un sinnúmero de visitas a escuelas secundarias para echar luz sobre la realidad de la guerra, más dos viajes a Irak llevando ropa y medicinas para los niños iraquíes, sigue el derrame de sangre. Han habido manifestaciones y marchas locales por la paz, pero sigue subiendo el número de soldados caídos. Este año, en el tercer aniversario de la invasión de Irak, Fernando no puede estar satisfecho con una protesta local ni una manifestación con unas entrevistas exigiendo fin a la locura. Así que busca evocar a una tradición bien establecida en la historia chicana, el espíritu de Gandhi. César Chávez fue discípulo del gran Majatma, quien fue citado una vez diciendo “En la no violencia, no existe la derrota”. Y, las palabras de Benito Juárez fueron antecedentes de la unión de las luchas de Gandhi y de los chicanos, cuando ese proclamó, “Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”.

Fernando hace recordar el aniversario 75 de “La Marcha de la Sal,” celebrado el año pasado, pero no está contento con conmemorar a tal acontecimiento cada 25 años. Para el 12 de marzo, el aniversario 76 de la marcha, Fernando Suárez del Solar comenzará una caminata de 241 millas desde Tijuana hasta [el campamento de la Infantería de Marina] Pendelton. De allí continuará Fernando siguiendo los pasos de secciones de la gran marcha conducida por César Chávez desde Delano hasta Sacramento. Terminará la marcha el 27 de marzo, aniversario de la muerte de Jesús, en San Francisco, donde Fernando espera conducir a una gran campaña de donaciones de sangre para los que la necesitan en Irak, siendo él primero en ofrecer su sangre. Para subrayar el igual valor de toda vida humana, la sangre será dividida mitad y mitad para ayudar a civiles iraquíes y a las fuerzas de la coalición.

No dejaré a Fernando caminar solo y llamo a quienes estén de acuerdo de poner fin a la violencia en Irak a unirse con nosotros para exigir fin al derrame de sangre. Ya no hay caso para quedarnos sentados.

Pablo Paredes rechazó órdenes de la Marina para regresar Irak. La versión original y completa en inglés aparece en truthout.org. Esta versión fue redactada por cuestión de espacio.