El Grito de Lares y Puerto Rico hoy

El 23 de septiembre miles de puertorriqueños viajan al pueblo de Lares, Puerto Rico para conmemorar el 137 aniversario del Grito de Lares, gesta emancipatoria contra el colonialismo español y también en contra de la dominación colonial actual que ejerce Estados Unidos sobre este país latinoamericano.

Los revolucionarios puertorriqueños, encabezados por Ramón Emeterio Betances, no simplemente lucharon por un cambio de quien los iba a gobernar, sino por cambios fundamentales. Esto se vio subrayado en los Diez Mandamientos del Hombre Libre de Betances. Entre estos se incluía la libertad de expresión, prensa, libertades civiles y religión pero el primer mandamiento llamaba por la abolición de la esclavitud. Cosa que se ganó tres años después en marzo del 1873. También se abolió el sistema de las libretas donde el campesino que no tenía la firma de un patrón en su libreta era acusado y arrestados por vagancia. Ambas victorias fueron producto directo de la lucha por la liberación nacional.

Hoy, igual que hace 137 años, este mismo movimiento progresista puertorriqueño que todavía lucha por la independencia y la autodeterminación — un derecho reconocido por el Comité Descolonizador de la ONU, el Movimiento de Países No Alineados, los países socialistas, igual que una mayoría de los países latinoamericanos — también son dirigentes de las luchas sindicales, de paz, por el medio ambiente, y el derecho de la mujer, entre otros.

Desafortunadamente, hay gente en el sector liberal, progresista e izquierdista en EEUU que en lucha contra la derecha estadounidense hace causa común con la derecha puertorriqueña apoyando el anexionismo, haciendo a Puerto Rico un estado de la unión estadounidense. Ellos piensan que si Puerto Rico fuera un estado los puertorriqueños pudieran elegir dos senadores y entre seis a ocho congresistas demócratas. Y que esto le agragaría al número y la fuerza de los latinos.

No obstante, esta posición pone a EEUU al centro y no a la nación puertorriqueña. Esta posición no busca el mejor interés de la nación puertorriqueña. Esta posición acepta la dominación colonial de este país latinoamericano del Caribe por el imperio norteamericano.

El pueblo puertorriqueño han sufrido a causa de colonialismo estadounidense. Su territorio se usa como base militar, su gente están envenenados por los tóxicos que dejan las municiones durante las maniobras bélicas, sus mujeres fueron usadas como conejillo de Indias en experimentos de control de la natalidad, y sus trabajadores están explotados hasta el punto de que por cada dólar que reciben, las empresas sacan más de $10 en valor.

La única alternativa verdadera es la independencia para Puerto Rico para que su pueblo pueda escoger libremente su destino como nación soberano del mundo. Esto, junto con la demanda que se le otorgue millones en indemnización por los sufrimientos y la superexplotación de este pueblo, son demandas que toda persona progresista debe apoyar — es el requisito imprescindible para el avance de la nación de Puerto Rico.