TUCSON, Arizona – El 8 de septiembre el Servicio de Inmigración estadounidense empezó una práctica diaria de enviar por bus y avión a 300 de los aproximadamente 1.100 indocumentados mejicanos que la Patrulla Fronteriza detiene en Arizona cada día, a puntos de cruzar la frontera a una distancia de cientos de kilometros en las ciudades tejanas de McAllen, Laredo, Del Rio y El Paso.
Justificando estas “transferencias laterales” como una medida de seguiridad para desmantelar a las redes de contrabandistas de inmigrantes, Mario Villareal, portavoz del Buró de Aduanas y Protección del Departamento de Seguridad de la Patria, dijo “serán deportado a una zona urbana donde existen recursos para ayudarles, en lugar de enviarlos a ciudades como Nogales que ya sufren de mucho estress.” Villareal dijo que la Patrulla Fronteriza empezó con este plan después de que la cifra de mortalidad en Arizona seguía aumentando tras el desplegue de más agentes, equipos de rescate, y aviones para vigilar la frontera.
Kat Rodríguez de la organización Derechos Humanos en Tucson dijo que el plan es “otro intento bornochoso más de justificar una política fracasada en la frontera. Por cierto dividirá a familias, causar más sufrimiento, y inevitablemente causará que más personas se ahoguen en el Río Bravo como más inmigrantes desesperados se encuentran en la frontera tejana”.
Asustados, alcaldes y otros funcionarios de ciudades tejanas dicen que nadie nunca les informó del plan, y muchos lo están resistiendo. El congresista republicano por Tejas, Henry Bonilla, dijo que piensa introducir un proyecto de ley la semana que entra para que se ponga fin a lo que el califica como un plan costoso y peligroso. “Debemos permitir que cada estado resuelva sus propios problemas de inmigración....Enviarlos a otra región es inhumano, peligroso y caro”. No se han presentado estimaciones del costo para el gobierno de alquilar los buses y aviones.
Rodríguez tambien expresa alarma que los inmigrantes separados de sus amigos y seres queridos puedan ser dejados plantados en Ciudad Juarez, al sur de El Paso, donde durante los últimos 10 años no se ha podido resolver ni uno de los 93 casos de asesinato brutal de mujeres, y donde circulan versiones horrorosas de desaparencias y abusos por parte de la policía.
Activistas de derechos humanos hacen constar que hace años, los inmigrantes cruzaban en seguridad sin coyotes, en la mayoría de los casos. Ahora que las actividades de la Patrulla Fronteriza han hecho más dificil el viaje, sellando las zonas urbanas y obligando a los inmigrantes a cruzar en el desierto, el negocio de coyote se ha vuelto tan lucrativo como es peligroso.
Las políticas de la Patrulla Fronteriza se vuelven cada vez más fatales: En 2001 pericieron 79 inmigrantes en el desierto de Arizona, pero en 2003 que aun no ha terminado, ya han muerto 152.
“Dejando los inmigrantes a una distancia de cientos de millas de sus familias y amigos y otras posibles fuentes de apoyo en Arizona, a algunas de las zonas más pobres de Texas, no va a poner fin del sufriemiento ni de los inmigrantes ni a las comunidades fronterizas” dijo Isabel García, co-residente de Derechos Humanos.
Se comunicar con la autora al susan@susanthorpe.com
Envían inmigrantes fuera del estado