Eric Cantor: Dramatista republicano con una agenda

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El congresista Eric Cantor, de Virginia, el líder mayoritario republicano de la Cámara de Representantes, ha estado en los titulares con su intransigencia en las negociaciones sobre el techo de la deuda. Mientras el reconocimiento que ha recibido ha crecido dramáticamente desde los comicios del 2010, ese reconocimiento no siempre ha sido positivo.  La revista Salón lo acaba de nombrarlo "el chiflado más peligroso de América".

Cantor ha mantenido un progreso sostenido por los rangos republicanos desde 1992 cuando se puso como candidato y ganó un escaño en la Cámara Estatal de Delegados del Estado de Virginia, en donde sirvió durante ocho años. En el 2000 mejoró su suerte ganando un lugar en la Cámara Federal de Representantes.

En el 2002, luego de ser reeligido, el Organizador republicano en la Cámara Baja, Roy Blunt, lo ofreció el puesto de diputado en jefe del Organizador, la posición número cuatro en el liderazgo republicano. La aceptó, comenzando un acenso meteórico en su poder político. En el 2008, con la jubilación de Blunt, Cantor fue elegido a la posición de Organizador Minoritario, el lugar número dos tras John Boehner.  Hasta hubo rumores de que pudiera haber estado en la "lista corta" de John McCain para la vicepresidencia antes que fue escogida Sarah Palin.

La actitud de Cantor hacia el proceso político se hizo evidente durante el fracasado intento inicial TARP de rescate a Wall Street. Como Organizador Diputado, fue su deber arreglar los votos republicanos a favor de la propuesta de ley, que el apoyaba (aunque ya se aleje de cualquier asociación con esa acción). Sin embargo, cuando no fue aprobada la propuesta, él supo de inmediato a quién culpar: Nancy Pelosi, en ese momento presidente {"Speaker") de la Cámara Baja, había ofendido los sentimientos de los republicanos. 

Pelosi había hecho un discurso algo partidario que, según Cantor, fue por qué falló el voto. Sin embargo, hay otros conservadores que no están de acuerdo. El ex escritor de discursos para Bush, Pete Wehner, en una columna "The Corner," de la revista National Review Outline, calificó la actitud de Cantor como "coja y adolescente".

Hasta la entonces flamante congresista Michelle Bachmann se unió al coro de crítica, declarando que "No somos infantes que se chupan los pulgares".

Luego del debate acalorado sobre el cuidado médico, Cantor encontró una vez más razón para tomar la palabra. En marzo de 2010 una bala penetró la ventana de su oficina en Richmond. Aunque fue determinado por la policía que fue una bala perdida que se había tirado al aire, Cantor se aprovechó de la oportunidad para atacar a los Demócratas por "alimentar las llamas". Los criticó por echar la culpa por ataques verdaderos contra congresistas demócratas al lenguaje incendiario y muchas veces falso utilizado por republicanos durante el debate. (¿Se acuerda de los "Paneles de la Muerte"?)

Quizá el dramatismo más cruel por parte de Cantor vino luego del terrible tornado que destruyó a gran parte de Joplin, Missouri, dejando a cientos de muertos y heridos este año. Proclamaba Cantor que iba bloquear todos los fondos federales de rescate para el pueblo sufrido de Joplin hasta no acordarse los Demócratas a recortar una cantidad similar del presupuesto.

Como líder mayoritario de la Cámara Baja, Cantor ha aplicado su dramatismo a las negociaciones actuales sobre el techo a la deuda. Al parecer olvidándose de lo que significa la palabra "compromiso," Cantor ha insistido en repetidas ocasiones que cualquier esfuerzo por aumentar los ingresos gubernamentales quitándoles a los individuos y las corporaciones más ricos las ventajas tributarias más notorias queda fuera de discusión. Aun cuando los Demócratas se acoraban a más de un billón de dólares en recortes al presupuesto, Cantor abandonó abruptamente las negociaciones cuando los Demócratas hacían presionar por más ingresos gubernamentales. Entre las propuestas ofendedoras estaban un fin a los créditos tributarios para los que ganen más de medio millón al año, un fin a subsidios a las grandes compañías petroleras, y un fin a los créditos tributarios para los jets corporativos.

Y luego, en el 13 de julio cuando Obama había terminado pláticas sobre el techo de la deuda para ese día (pláticas programadas a seguir para el día siguiente), el declaró que "He llegado a mi límite. Esto puede tumbar mi presidencia, pero no voy a ceder en esto". Cantor trató de echarle la culpa al presidente por estar "airado" y por borrar supuestamente a todo el progreso que ya se había logrado. 

Pero en realidad, reportan asistentes Demócratas que estaban presentes que Cantor le había interrumpido al Presidente en repetidas ocasiones, insistiendo en divertir las pláticas a una resolución a corto plazo, antes de ser "puesto en su lugar" por Obama. El Líder Mayoritario del Senado, Harry Reid, Demócrata por Nevada, calificó al comportamiento de Cantor como "infantil," y dijo que el ha mostrado que "no debe estar a la mesa y están de acuerdo los Republicanos que no debe estar a la mesa".  

Han especulado muchos que Cantor está buscando el puesto ocupado actualmente por el presidente de la Cámara Baja, John Boehner. Dicen que intransigencia estilo "Tea Party" contra cualquier forma de aumento de ingresos solo sirve para dificultarle el trabajo a Boehner.

Reportaba el periódico Wall Street Journal el año pasado que Cantor pueda tener más que ganar que el capital político con su base ultraconservadora si sigue actuando con su dramatismo durante el debate sobre el presupuesto. Cantor, según recientes relevaciones financieras, tiene hasta $15.000 en un fondo que invierte en contra de los bonos del Tesoro; o en otras palabras, apuesta que los precios de los bonos del Tesoro van a ir abajo. Desde que Cantor rompió pláticas sobre el presupuesto con el Vicepresidente Joe Biden hace pocas semanas, el valor de estos fondos ha crecido en un 3,3 por ciento. Quizás sus motivaciones deben ser examinadas con más cuidado.

Es muy claro que debido a la actitud de Cantor se han dificultado los esfuerzos por llegar a un acuerdo sobre el presupuesto. Sin embargo, no se puede negar que sus histriónicos lo han ayudado a subir rápidamente en las filas republicanas y a los ojos del público. Quizás esta cita de su "yearbook" (libro anual de graduados) de high school hace sumar la actitud que trae a las negociaciones: "Yo quiero lo que quiero, en cuando yo lo quiero". 

Foto: Líder mayoritario de la Cámara de Representantes, Eric Cantor, Republicano por Virginia. (Foto AP/J. Scott Applewhite)