Análisis de noticia
Ya que el centésimo décimo Congreso con una mayoría demócrata ha empezado su labor, el movimiento pro-derechos inmigrantes tiene una oportunidad de avanzar sobre varios frentes.
Al comienzo de 2006, millones de inmigrantes indocumentados y sus aliados marcharon a favor de justicia. En muchos lugares estas manifestaciones establecieron un “record” histórico. Se quedó bien claro que las comunidades inmigrantes no iban a quedar con los brazos cruzados ante la opresión.
Los resultados de las elecciones del 7 de Noviembre han colocado al movimiento pro-inmigrante en una mejor posición legislativa. Aunque no todos los demócratas son buenos en el tema de los derechos de los inmigrantes, las mayorías demócratas en el Senado y la Cámara de Representantes, y la transferencia a las manos de demócratas progresistas como John Conyers (D-Mich.) de las presidencias de varios comités legislativos claves, facilitarán un dialogo mas razonable.
Por cierto, ya no será posible que la ultraderecha republicana logre que se apruebe una barbaridad como la ley Sensenbrenner, HR 4437. Además, hay más posibilidades de que el Congreso monitorea las acciones del gobierno con respeto a la inmigración, y esto podría incluir audiencias públicas sobre la mano dura que Bush ha usado con los inmigrantes.
Bush, quien apoyó a HR 4437, tomó represalias en contra de los manifestantes, comenzando con una redada en los planteles en varios estados de la empresa IFCO en Abril. El secretario de seguridad nacional, Michael Chertoff, hizo un anuncio de que en el futuro, las cartas “No-Match” que envía el Departamento de Seguro Social a los patrones cuando las cifras sometidas por empleado no conforman con los datos del gobierno, serán el pretexto para investigar una compañía o posiblemente efectuar una redada. Varias corporaciones inclusive la lavandería industrial Cintas y la procesadora de carne Smithfield, utilizaron esto como pretexto para despedir a muchos obreros.
El 12 de Diciembre, Día de la Virgen de Guadalupe, mas de 1.000 policías de inmigración irrumpieron en planteles de la empacadora de carne Swift en distintos estados, arrestando a mas de 1.200 personas y luego anunciando de que unos 200 serán no solo deportados, sino llevados a juicio por usar números de Seguro Social de otras personas.
La cifra total de inmigrantes deportados en 2006 fue 186.600, un aumento de 12 por ciento sobre el año anterior. Esto representa tan solo unos 1.6 por ciento de los 12 millones de indocumentados que se dicen estar en el país, pero ha causado mucha ansiedad en las comunidades inmigrantes.
Los motivos son muy claros:
• La represión es una respuesta “lógica” a las mega marchas pro-derechos inmigrantes.
• La represión sirve para apaciguar a los elementos más racistas y reaccionarios como el congresista Tom Tancredo (R-Colo.) quien ha estado atacando al presidente Bush por ser demasiado “liberal” en el tema de los inmigrantes, con miras a una candidatura presidencial en 2008.
• Las redadas y otras medidas fuertes sirven para presionar al sector empresarial y otros a que apoyen un programa de trabajadores “huéspedes” o temporales. Amenazados con la perdida de su fuente de mano de obra barata, es decir los indocumentados, las empresas aceptarán con entusiasmo presionar al Congreso para que les proporcione una fuente de obreros que pueden ser explotados, pero “dentro de la ley”. Mientras tanto, reprimir a los inmigrantes forma parte de una estrategia para prevenir que luchen por mejores salarios, lo que mantiene altas las ganancias sacadas por esta súper-explotación.
De modo que, por medio de un aumento de la represión, Bush piensa mantener el control sobre el debate sobre inmigración, bloqueando ataques desde la derecha y la izquierda, y controlando el rumbo de la legislación.
A esto hay que pararlo en frió. No podemos tolerar que se utilicen a los 12 millones de inmigrantes indocumentados, y millones de sus parientes que son ciudadanos o inmigrantes documentados, sean utilizados como rehenes para realizar la política de Bush.
El primero paso es construir una unidad firme en oposición a la represión anti-inmigrante. Los obreros de la fábrica Smithfield en Tar Heel, Carolina del Norte, nos han mostrado el camino. Ellos realizaron un paro laboral cuando la gerencia intentó despedir a un grupo de obreros inmigrantes por razón de cartas No-Match, y ganaron. La clave fue la unidad multi-racial entre obreros latinos, afro-norteamericanos y blancos, y entre inmigrantes y personas nacidas en este país. Esto fue posible a pesar de los muchos intentos de la ultra-derecha de culparles a los inmigrantes por problemas como el desempleo.
La Liga Unida de Ciudadanos Latinoamericanos (LULAC), El Fondo Mexicano-Norteamericano de Educación y Defensa Legales (MALDEF), y la Organización Nacional de Funcionarios Gubernamentales Latinos (NALEO) se han unido para pedir una moratoria sobre las redadas y deportaciones. En la estación navideña, el Comité de Servicio de los Amigos Norteamericanos (AFSC), junto con el Consejo Laboral pro Adelantamiento Latinoamericano (LCLAA), y el Consejo Nacional de Comunidades Latinoamericanas y Caribeñas y muchas otras organizaciones, enviaron una carta a todos los congresistas y senadores exigiendo una moratoria.
Al nivel local, en Julio de 2006 Centro Sin Fronteras en Chicago y otras organizaciones llevaron a cabo una manifestación a favor de una moratoria a la cual acudieron 30.000 personas. Ha habido varias manifestaciones locales en pueblos donde el gobierno ha realizado sus redadas.
Esto es un buen comienzo, pero necesita expandir rápidamente. El año pasado el sector sindical se encontraba dividido con relación a la legislación migratoria, pero todos sectores que creen en la justicia para los trabajadores podemos unirnos detrás de la consigna de una moratoria. Esto puede incluir organizaciones que abogan por los derechos civiles y constitucionales, de afro-norteamericanos, boricuas, asiáticos, mujeres, jóvenes, homosexuales y muchos más. Podemos construir una coalición pro-moratoria tan grande como la que llevó a cabo a Caminata Pro Libertad Para los Trabajadores Inmigrantes en el año 2003.
Una coalición axial de grande no solo podría derrotar a legislación negativa, sino también puede hacer posible una legislación integral pro-inmigrante en el futuro.
Esencial la unidad en contra de la campaña anti inmigrante de Bush