Ex combatientes inmigrantes podrían ser deportados

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SAN FRANCISCO (AP) - Cuando Rohan Coombs se enroló en la Infantería de Marina estadounidense, nunca se imaginó que un día terminaría preso en un centro de detención para inmigrantes, a la espera de su expulsión del país que juró defender.

Coombs, nativo de Jamaica de 43 años, inmigró a Estados Unidos en forma legal con su familia, cuando era niño. Presto servicios militares a su país adoptivo durante seis años, en Japón, en Filipinas y luego en el Golfo Pérsico durante la primera guerra contra Irak.

Hasta 8.000 extranjeros ingresan cada año a las fuerzas armadas estadounidenses y prestan servicios junto a compañeros que son ciudadanos del país. En mayo del 2010, había 16.966 militares que no eran ciudadanos estadounidenses.

Si mueren en combate, los extranjeros reciben la ciudadanía en forma póstuma y tienen un funeral militar. Si sobreviven y se meten en problemas con la ley, como Coombs, pueden quedar atrapados en el laberinto que creó la ley de inmigración de 1996. Esta aumentó la lista de crímenes por los que un extranjero es pasible de deportación.

"En lo que a mí respecta, yo era ciudadano", dijo Coombs, de físico imponente - mide 1,92 metros y pesa 117 kilos - pero personalidad introvertida y voz suave.

Los defensores de militares sin ciudadanía intentan cambiar la situación. Hay abogados que llevan sus casos a la corte, donde argumentan que un inmigrante que presta servicios en las fuerzas armadas debería ser considerado estadounidense y, por lo tanto, estar protegido de una posible expulsión.

"Esta gente nos prestó servicios, sean un modelo de seres humanos o no", dijo el abogado de Coombs, Craig Shagin. "Prestaron servicios en nuestros uniformes, en nuestras guerras. Si fueran prisioneros de guerra, serían considerados prisioneros estadounidenses".

El representante demócrata Bob Filner, D Calif., que preside la comisión de Asuntos de Ex Combatientes de la cámara baja, examina posibles cambios a la ley para que en estos casos se evite la deportación.

"Uno regresa de Irak o Afganistán hoy, se puso en riesgo por este país", dijo Filner. "Un número increíble de chicos regresan con heridas o enfermedades que los meten en problemas con la ley. Simplemente deportar a esta gente no es una buena manera de agradecerles por sus servicios".

Los defensores de estos ex combatientes dicen que miles de ellos ya han sido deportados o están detenidos. Funcionarios del gobierno dijeron que no llevan la cuenta pero que planean comenzar a hacerlo.

En tanto, las cortes criminales escuchan cada vez más pedidos de clemencia para los veteranos de guerra. Las llamadas cortes para veteranos, que les dan un tratamiento diferenciado, ya son más de 30 y se planean unas diez más.

El mes próximo, nuevas reglas de la Comisión de Sentencias de Estados Unidos permitirán a los jueces federales tomar en cuenta el servicio militar y el estado mental y emocional de un acusado para fijarle una sentencia menor. Sin embargo, las normas no aplicarían en las cortes de inmigración.

La mayoría de los militares inmigrantes se destacan en el servicio. El Centro de Análisis Naval del gobierno mostró en un estudio que quienes no son ciudadanos tienen muchas más posibilidades de cumplir con sus obligaciones de enrolamiento que sus pares estadounidenses.

Foto: Rohan Coombs, a la izquierda, USMC, veterano de la Guerra del Golfo I, de cara a la deportación y en poder de ICE en El Centro, California. http://www.vvaw.org/veteran/article/?id=1597