A pesar de obstáculos del gobierno del presidente derechista de Colombia, Álvaro Uribe, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) liberó a cinco presos – cuatro uniformados de la policía y Ejército y el ex gobernador Alan Jara. A la hora de cierre de este número estaba en proceso la liberación del ex diputado Sergio López.
El saga empezó a finales del año pasado cuando anunció la senadora liberal e integrante del comité Colombianos por la Paz, Piedad Córdoba que estaban en comunicación con las FARC a través de correo electrónico sobre la liberación unilateral de presos en las manos de la guerrilla.
Primero el presidente Uribe se negó permitir que el grupo de intelectuales Colombianos por la Paz participe en cualquier proceso de soltar a los rehenes de las FARC. Dijo Uribe que esto lo ponía a él entre la espada y la pared y que su gobierno y política de resolver la guerra civil solo a través de la opción militar se iban ver mal mientras que los que abogan por una salida negociada política se verían como héroes. Pero al fin y al cabo, Uribe tuvo que ceder y permitir que la senadora Córdoba y otros integrantes de Colombianos por la Paz acompañen a la Cruz Roja Internacional para que se le entreguen los presos.
Las FARC insistieron en que se incluya una representación internacional en la entrega visto que las fuerzas militares colombianas ilegalmente usaron los símbolos de la Cruz Roja para un operativo militar que logró la liberaciones de varios presos incluso Ingrid Betancourt.
El gobierno de Ignacio Lula da Silva, presidente brasileño, se prestó para proveer ayuda logística para la entrega de los presos.
A pesar de la insistencia de que no haiga una presencia militar del gobierno colombiano en la zona de liberación, vuelos militares y patrullas del Ejército que mantuvo combate con unidades de las FARC.
Jorge Botero, periodista e integrante de Colombianos por la Paz, denunció a Telesur que las fuerzas armadas de Colombia, “realizaron un constante seguimiento” de la caravana humanitaria que llevaba a la senadora Piedad Córdoba al punto de encuentro con la guerrilla, para entregar a los cuatro uniformados retenidos.
Un comandante de las FARC precisó que se registraron combates por tierra entre la guerrilla y el ejército “nosotros perdimos a un guerrillero, de nombre Saúl, y el Ejército nos tiene desaparecido a otro que ha sido parte de la guardia de los prisioneros de guerra”, indicó Jairo Martínez.
A pesar de acordar que no iban haber operaciones militares, Uribe tuvo que admitir que violó el acuerdo. “Sí, hubo vuelos de las Fuerza Aérea Colombiana”, dijo el presidente. Uribe después dijo que los miembros de Colombianos por la Paz que acompañaron la Cruz Roja – Córdoba, Botero y el periodista Daniel Samper – no serán permitido a seguir acompañando a la Cruz Roja. Él dio como excusa una bomba que estalló en una estación de policía en Calí, acusando a las FARC como responsables.
El Partido Comunista de la región denunció el ataque contra los policías como una “Provocación contra el intercambio humanitario y la apertura de un proceso para iniciar conversaciones hacia la búsqueda de la paz democrática”. La sede del Partido Comunista también quedó semidestruido.
La senadora Córdoba reaccionó contra el bombardeo y la sentencia de Uribe, “Rechazamos cualquier acto terrorista y por eso estamos totalmente en contra de la bomba que destruyó la sede del Partido Comunista en Cali porque esos no pueden ser actos que se conviertan en el común denominador de este país, o para callar o para asustar o para imponer el régimen del terror”, dijo.
“Si el presidente considera que no da la autorización, pues de todas maneras yo voy sola con la Cruz Roja Internacional porque de todas maneras hay que sacar adelante esta tarea, y por encima de ello no hay nada importante que valga la pena sacar como excusa para no hacerlo”, aseguró.
Uribe dio marcha atrás a su decisión de impedir que Colombianos por la Paz participe en la entrega unilateral de los cautivos de las FARC y suspendió todos los vuelos a cualquier altura como lo exigiera la Cruz Roja que exigió estas garantías.
En seguida que llegó a Villavicencio, en compañía de la senadora Piedad Córdoba, el ex gobernador Jara celebra una rueda de prensa. “En cuatro oportunidades nos cayeron bombas desde los aviones muy cerca y la guerrilla corría a protegernos y el avión del gobierno encima. Nosotros sabemos que un operativo no conduce sino a la muerte de quienes estamos allí. Un operativo es igual a una sentencia de muerte. La instrucción es clara: vivos no los quitan. La impresión mía es que el presidente no ha ayudado para nada a que se produzca el intercambio humanitario, y no hizo nada por nuestra libertad”, afirmó Jara.
Además de criticar a Uribe, Jara declaró su apoyo por las gestas de Colombianos por la Paz declarando, “La prioridad es el acuerdo humanitario para rescatar a los que aun quedan en la selva”. Jara agregó que se tiene que negociar porque contrario a lo que dijo Uribe, “Las FARC no están derrotadas”, sino que están creciendo.
FARC libera presos a pesar de obstáculos del gobierno