A pesar de intentos organizados para aguar y hacer trivial las celebraciones del natalicio de Martin Luther King, el pueblo lo celebra por lo que es – un día de recordar alguien que murió luchando por su pueblo a través de seguir esa misma lucha.
Unos 100.000 salieron a las calles de San Antonio, Tejas, detrás de un estandarte que decía, “MLK vivió por la paz. Las FFAA viven por la guerra”. Hubo una controversia cuando la Comisión MLK invitó a una base cercana de las Fuerzas Aéreas a volar sobre el desfile en aviones militares. Ni el hecho de que el escuadrón es heredero de los famosos Tuskegee Airmen, la primera unidad militar estadounidense compuesta de pilotos afronorteamericanos, pudo calmar la ira. La concejal Patti Radle se unió a la protesta contra los aviones. Ella mantuvo en alto su letrero que decía, “Mantengamos claro el mensaje de King: Amor, Comprensión, No Violencia”.
El senador estatal de Illinois James E. Meeks, que a la vez es director ejecutivo del grupo Rainbow/PUSH y ministro, dio el discurso principal después de la marcha de tres horas. “Los negros son dueño de solo 2 por ciento de la riqueza de la nación”, dijo Meeks.
El congresista John Conyers, que inició el proyecto de ley que creó el día festivo en 1968, dijo, “Siento placer en que no se ha deteriorado en ser otro día de ventas en los centros comerciales o un día de compra”.
Aunque todas las oficinas gubernamental están cerradas para el Día de King, solo un tercio de las empresas lo reconocen y le dan libre el día a sus empleados. La fiesta nacional fue declarada hace 20 años.
En Denver, Colorado, entre nieve y temperaturas bajas, 30 mil salieron a oír hablar al doctor Vernon King, sobrino de Martin Luther King, y al alcalde John Hickenlooper. La actividades aquí cuenta con 24 años de existencia y se empezó cuando se estaba luchando para el día nacional.
Citando a reportes que muestran que un número creciente de gente están viviendo con servicios de salud y que la brecha de ingreso está creciendo, Gavin Newsom, alcalde de San Francisco, le dijo a miles que este día es uno de comprometerse de nuevo a hacer el trabajo importante que es necesario.
En un servicio en la Iglesia Bautista Ebenecer de Atlanta, ciudad donde nació King, Shirley Franklin, alcaldesa de la ciudad, llamó a los reunidos ahí a “comprender el mensaje total del doctor King a través de ayudar a los jóvenes y ancianos y aumentar los fondos federales para las víctimas de Katrina”.
En Attleboro, Massachusetts, el congresista demócrata Jim McGovern, en una actividad en el ayuntamiento donde todos los otros era oficiales republicanos, dijo que celebrar el natalicio de King no podía ser solo usar palabras lindas, sino recordar y luchar por lo que quería King. Él le recordó a los presentes que King se opuso a la guerra de Vietnam, aludiendo a la guerra de hoy en Irak.
En Lakeland y Jacksonville, Florida, así como en Philadelphia y Nuevo Orleáns, decenas de miles de voluntarios construyeron casas, recogieron basura y escombros y repararon jardines de recreo.
Un periodista para el Herald Sun de Durham, Carolina del Norte, escribió que basado en los aplausos, los cientos que asistieron hubieran elegido al orador principal, Harry Belafonte, a un puesto público. Belafonte, el cantor afronorteamericano, que marchó con King y sigue marchando, contó de su recién viaje a Venezuela como respuesta a las críticas que recibió.
En Venezuela, después de darle las gracias al gobierno de Hugo Chávez por proveer combustible para la calefacción para familias de bajo ingreso en el Bronx, Boston y el estado de Maine, Belafonte criticó a Bush, llamándolo un “tirano” y “terrorista”. Él comparó a los ataques de la maquinaria derechista a las controversias sobre King. “Yo he estado ahí, ante. No paramos entonces. No vamos a parar ahora”.
Festejan natalicio MLK