MONTEVIDEO – La Secretaria General del Partido Comunista de Chile (PCCH), Gladys Marín, descartó la existencia de democracias en América Latina, porque – dijo – las que existen son excluyentes y de cartón.
Para la dirigente chilena hoy se hace necesario crear un Frente Social y Político para enfrentar al capitalismo en la época actual. Por otra parte, aseguró que los progresistas latinos respiran gracias a que existe Cuba.
Marín conversó en forma exclusiva con Prensa Latina en Montevideo, donde participó en un Seminario Internacional de dirigentes comunistas sudamericanos, caribeños y europeos.
El encuentro finalizó con un acto publico en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo local.
Prensa Latina: ¿Cual fue el motivo de este importante seminario internacional que reunió a comunistas de diversas latitudes en esta capital uruguaya?
Gladys Marín: Nos convocó la urgencia que tienen cada uno de nuestros pueblos en el mundo entero. La urgencia también que tenemos los Partidos Comunistas – en este caso – de conversar, intercambiar experiencias, opiniones, y, adquirir más conocimientos sobre el nuevo mundo y la complejidad de los problemas que tenemos en este sistema capitalista.
Un capitalismo con todas sus facetas y etapas que se están viviendo en lo que llamamos el neoliberalismo y la globalización capitalista.
Ello nos hace más demandas en el plano de la política, en la elaboración teórica y, sobre todo, como se llevan las ideas a la práctica.
Los comunistas siempre hemos tenido experiencias e intenciones de solidaridad e intercambio y coordinación, pero eso se perdió luego del derrumbe de la ex Unión Soviética y por todo lo ocurrido en Europa del Este.
Hoy, los problemas que suceden en una parte del mundo, repercuten de inmediato en nuestras economías, por la llamada globalización.
PL: Estamos en una etapa nueva, distinta desde el punto de vista cualitativo, en el sentido de como determina la propia realidad económica y los planteos teórico-prácticos de los comunistas. Me refiero a la inserción de ellos y la coordinación con otras fuerzas no comunistas. Política de alianzas.
GM: Para los comunistas el tema de las alianzas siempre estuvo presente, porque las expresiones de las necesidades de la sociedad son diversas.
Las distintas capas de la sociedad pueden merecer distintas respuestas, pero los problemas son los mismos, por lo que se hacen necesarias alianzas para resolver problemas inmediatos y, otros de mediado y más largo plazo.
En el caso de Chile, la política de alianza estuvo presente tanto en el trabajo en el movimiento obrero como en la construcción del partido revolucionario, el comunista.
Pero lo nuevo que aparece en esta reunión que realizamos en Montevideo, es que las alianzas no solo se dan en el plano político, ni solo en función de procesos electorales.
Porque hoy, las democracias son mucho más restringidas, son democracias de cartón, democracias de mentira, donde ni siquiera existen sistemas electorales que sean medianamente representativos; son como el sistema: excluyentes.
Por eso ahora es que, en la política de alianzas hay un nuevo ingrediente, muy importante y decisivo en ellas, así como en la búsqueda de nuevos caminos: la incorporación de los movimientos sociales, como un hecho fundamental.
Las organizaciones sociales y los partidos políticos debemos encontrar un solo camino, como es el ejemplo en Chile y en los ejemplos de otros países que escuchamos en esta reunión, aunque cada uno exprese las cosas de acuerdo con cada realidad nacional.
Ello se expresa en la necesidad de construir a niveles nacional e internacional de un Frente Social y Político, para enfrentar al sistema capitalista, en esta etapa más dura que nos ha tocado vivir.
PL: En el caso de Chile ¿cual es la situación concreta, porqué allí se ha difundido incluso la existencia de represión contra la izquierda ?
GM: Es una paradoja. Lo que no se logró durante la dictadura, lo lograron en la llamada transición de la democracia cuando – en 1997 – el dictador Augusto Pinochet me mandó a la cárcel, bajo un gobierno de la Concertación.
En la dictadura los chilenos tuvimos miles de muertos, desaparecidos, detenidos, torturados. Una democracia que se destruyó con el peso del militarismo. Pero resistimos. En mi caso, estando en la dirección del PC, en forma clandestina, logré durante mucho tiempo escurrirme del aparato armado del dictador Augusto Pinochet, incluso saliendo y entrando al país.
Pero bajo un gobierno de la Concertación el dictador me envió a la cárcel, porque le dije lo que debía decirle: que era un criminal, un traidor y un psicópata, entre otras cosas.
Y, luego que la dictadura le robó al PCCH todos sus bienes, la radio y los diarios, ahora también nos asaltaron el local del partido.
No es un hecho aislado. Es el carácter que toman estas democracias restringidas que son represivas en forma permanente, y, no solo con agresiones directas como en el caso mencionado, que fue brutal, anticomunista y fascista, sino que además, ese estado de represión permanente lleva incluso a la autorepresión del ser humano.
Son sistemas muy perversos que, llevan a actos desesperados incluso en lo individual, como es el caso de un destacado militante comunista chileno, un hombre consciente, un obrero en plenas facultades mentales, que se inmoló frente a La Moneda en noviembre pasado.
Se inmoló como diciendo aquí estoy, porque soy un grito humano., un grito de fuego para despertar consciencia, porqué ¿qué pasa que hay tanto problema que ella no despierta?
Y, es que el peso principal del modelo actual es ideológico. Por eso estamos acá.
También para decir la verdad, de que en Chile no hay un presidente socialista, no hay un gobierno democrático, ni hay un modelo que sea exitoso que se pueda presentar como ejemplo económico y la democracia a seguir, porque todo eso es falso, es una gran mentira. Esos dichos son para exportación.
Lo que hay en Chile es una transición que se pactó con la dictadura y por eso se mantiene. Existe el gran acuerdo , el gran engaño, la gran trampa entre la Concertación y el “Pinochetismo”, que han gobernado durante todo este periodo en consenso, porque están de acuerdo con el modelo.
PL: Poco antes de asumir como presidente de Chile, el actual mandatario me dijo aquí en Montevideo Usted puede quedar tranquilo, porque conmigo entra en La Moneda el ex presidente asesinado Salvador Allende.
GM: Eso es una gran mentira. Lagos no solo continuó con las mismas políticas de la dictadura, sino que también las ha estado profundizando. Está a la cabeza de la política norteamericana en el continente. Se puso en forma incondicional – según sus propias palabras – junto a Estados Unidos en la venganza contra Afganistán.
Hoy también impulsa el llamado Tratado de Libre Comercio y quiere ser el primero en firmar un tratado con Estados Unidos para estar a la cabeza con la iniciativa de la Alianza Libre Comercio para las Américas (ALCA).
Allende se moriría de vergüenza. El encabezó con el canciller socialista Clodomiro Almeida lo que fue el grupo de países no alineados.
Ahora Chile esta alineado con la política norteamericana, totalmente dependiente y nunca la economía chilena fue tan dependiente como lo esta siendo ahora.
PL: ¿Como ven entonces los comunistas chilenos la situación a mediado plazo?
GM: Hay que intensificar todo lo que es la lucha popular. Argentina lo dice: es el pueblo que derrumbó a cuatro presidentes. No fueron las instituciones.
En el caso de Chile, no fueron las instituciones, no fue la justicia o el parlamento ni el gobierno el que proceso a Pinochet, fuimos nosotros los que lo hicimos.
Los mismos que hemos tenido que enfrentar la primera querella criminal contra Pinochet, cuando era Comandante en Jefe del Ejercito, o cuando nos provocan, nos quieren asustar, amedrentar o cuando nos entran en nuestras casas.
La historia de la humanidad es de los pueblos, porque ellos son los que irrumpen en las calles. Hay que fortalecer el movimiento sindical que esta tremendamente debilitado. Muchos de los dirigentes sindicales están cooptados por el sistema, por la penetración ideológica.
Hay que fortalecer un movimiento sindical clasista, independiente, que luche por sus demandas, que no se acomode dentro del sistema, que no se tranquilice con las migajas.
Un movimiento social también con independencia, porque son imparables, la mayoría de la sociedad somos trabajadores. El mundo se para si no existen los trabajadores.
PL: Y en un mundo tan sacudido, existe Cuba ...
GM: Cuba es la que nos hace respirar en los peores momentos. Si no existiera Cuba no sé que pasaría en el mundo de hoy. Seguro que seguiría marchando, pero los tiempos serían muy largos y todo sería muy difícil.
A veces nosotros decimos en Chile, Argentina y Uruguay que hacemos solidaridad con Cuba. En realidad la solidaridad la hace Cuba con nosotros al resistir de pie, sabiendo defender principios con inteligencia, con habilidad, avanzando en el desarrollo científico-técnico, manteniendo la educación y la salud para su pueblo.
¿Que faltan cosas en Cuba? Sí faltan. Pero lo que no falta es la dignidad. Entonces Cuba es para nosotros un elemento de nuestra propia política. Tiene la grandeza de ya no pertenecer solo a los cubanos.
Cuba nos pertenece a todos los progresistas y en particular a los latinoamericanos.
Si no fuera así, ¿como podríamos explicarnos que miles de jóvenes en el mundo entero se movilicen con las banderas de Cuba, sin haber conocido ni el inicio de la Revolución, sin haber conocido al Che, y, en el caso de Chile, sin haber conocido a Salvador Allende, y, hasta la existencia de una dictadura militar?
Sin embargo, son miles de jóvenes que se movilizan, que luchan. Es que nadie podrá negar a los seres humanos el derecho a aspirar una sociedad más libre, más democrática, con justicia social,y, nosotros todo eso lo vemos en Cuba, con su propia modalidad y con sus propias condiciones.
Cuba esta viviendo una confrontación historia. Un bloqueo norteamericano brutal y criminal.
Y, aunque pretenden que Cuba no pueda respirar, ella vive y respira, me dice finalmente Gladys Marín, observándome como si sus ojos trataran de decirme que, gracias a ello, nosotros también contamos con aire en los pulmones.
Gladys Marín: Democracias de cartón en América Latina