WEST PALM BEACH, Florida – En la media noche, un dibujador desconocido de grafitis está poniendo pegatinas en los letreros de campaña de Jeb Bush por todo el estado. La pegatina tiene solo una palabra: “Devious.”
Para Bush el problema es que es su propia palabra. Bush fue captado en cinta por un periodista de Gannett News jactándose de que tenía “planes astutos malintencionado” para hacer nulo una iniciativa electoral que puede requerir que el estado reduzca cuantos estudiantes pueden haber en una clase, si el electorado lo aprueba el 5 de noviembre.
Reveló, otra vez, la falta de respeto que el gobernador republicano tiene por los votantes de Florida. Falta de respeto que primero se vio cuando la secretaria de Estado de Florida, Katherine Harris, quitó 80 mil votantes, en su mayoría afronorteamericanos, de las filas electorales para ayudar a la campaña de Bush-Cheney robarse las elecciones presidenciales del 2000.
El periódico The Palm Beach Post publicó la noticia en primera plana y llamó esto “el error más serio de la campaña” de Jeb Bush. Bill McBride, su oponente demócrat, criticó a Bush llamándolo un demagoga que habla detrás de las espaldas de los votantes de sus planes malintencionados para destruir la educación pública y servicios para niños. El estado no puede encontrar niños que puso temporario en el cuido de familias.
“Lo que yo dijo en privado es la misma cosa que le dijo desde esta tarima,” McBride anda diciendo en su campaña. McBride, un abogado de Tampa, era un desconocido y ahora tiene respaldo de la AFL-CIO de Florida, el sindicato de maestros y otras organizaciones populares.
En un debate televisado el 22 de octubre, McBride atacó a Bush fuertemente por sus fallos en la educación pública. “Por los últimos tres años y medio, Ud. ha tenido la oportunidad de reducir el número de estudiantes por clase. Son se han reducido. En un instante, Ud. dijo que el número de estudiante no importaba, como si nunca hubiera visto una clase.”
Jeb Bush en sus propias palabras