Los Estados Unidos es adicto al carbón, y esa adicción está matando a gente de bajos ingresos y también a minorías étnicas, según un nuevo estudio publicado por el NAACP y otras organizaciones de justicia medioambiental.
Según este estudio, emisiones de 431 centrales térmicas de carbón causan 30,000 muertes prematuras y decenas de miles de incidentes con problemas de salud respiratoria, como el asma, bronquitis, y cáncer de los pulmones. Titulado "Coal Blooded: Putting Profits Before People," el reportaje nos explica que las centrales producen casi todo el dióxido de azufre (SO2) y óxido de nitrógeno (NOx), además de la mayor contaminación de partículas finas en los Estados Unidos.
Las centrales térmicas de carbón producen 44 por ciento de la electricidad usada en los E.U. Diez estados usan aproximadamente la mitad de toda la electricidad producida en todo el país. Más de 8 millones de personas viven alrededor de una central de carbón, y estas personas son desproporcionadamente de bajos ingresos o de minorías étnicas. En promedio el salario anual de estas personas es menos de $19,000, mucho menos que el promedio nacional. El reportaje demostró que aproximadamente 3 millones son de una minoría étnica.
Este estudio también reveló dónde se ubican las peores centrales térmicas de carbón en el país. Estas "centrales fallidas" producen más contaminación e impactan a más personas de bajos ingresos y de minorías que cualquier otra. Para ser preciso, "las centrales fallidas" en todo el país produjeron una cuarta parte del SO2 y una quinta parte de NOx. Más que la mitad de los 4.7 millones personas viviendo alrededor de estas centrales es de una minoría étnica.
De las 90 "centrales fallidas", el estudio se enfoca en los 12 peores infractores. Tres de ellos pertenecen a Edison International y se ubica en Illinois. A PSEG, otra compañía de energía, le pertenecen dos de los peores infractores en Connecticut y New Jersey. Duke Energy, DTE Energy, y Dominion están entre las compañías cuyas centrales causan el daño más profundo.
Detroit, Michigan es la sede de una de las peores centrales productoras de contaminantes en todo el país. La River Rouge Power Plant (perteneciente a DTE Energy), ubicada en el suroeste de la ciudad produce más de 13,000 toneladas de SO2 y 4,658 toneladas de NOx cada año.
Esta central queda a tan sólo 5 millas del centro histórico de Detroit, y está al otro lado del río Rouge del único distrito conformado en su mayoría por latinos en la ciudad, conocido como "Mexican Town."
De los residentes que viven a menos de tres millas de la central River Rouge, más de 65 por ciento es afronorteamericanos y latinos. El salario promedio anual de los que viven en ésta área es un poco más de $13,000. El estudio atribuye 44 muertes prematuras y cientos de ataques de asma cada año debido a la contaminación producida por tan solo ésta central.
Otro culpable es la central en Hammond, Indiana que le pertenece a Dominion. Ubicada en las afueras de Chicago, esta central emite casi 17,000 toneladas de polución de SO2 y NOx. De las personas viviendo a tres millas de la central, casi 80 por ciento son afronorteamericanos y latinos.
En esa misma área por el borde sureño de Lake Michigan entre Chicago y la frontera con Michigan hay seis otras centrales que contribuyen a la mala salud pública y las muertes prematuras en comunidades de personas en su mayoría de bajos recursos y de minorías étnicas.
Los autores del estudio hicieron un llamado para la clausura inmediata de las 90 "centrales fallidas". Mientras éstas centrales de emisión de energía a base de carbón conforman cerca del 20 por ciento de todas las centrales en el país, estás producen menos del 10 por ciento de su electricidad.
Es más, la clausura de estas plantas reduciría el número de personas viviendo dentro de tres millas de una planta por 58 por ciento. También reduciría miles de visitas a la sala de urgencias, muertes, y enfermedades crónicas cada año.
Más protecciones medioambientales y subsidios a nivel federal para el desarrollo de alternativas para energía limpia figuran entre las maneras más indicadas para reducir la contaminación.
Sobre todo, nuestras comunidades locales deben de exigir que oficiales electos a nivel local y estatal tomen responsabilidad para este cambio, así como las compañías energéticas.
"Las organizaciones comunitarias deberán dedicarse a abogar directamente con los dueños de las centrales para su derecho al aire limpio. También deben de negociar la clausura de estas centrales y el desarrollo de formas alternas para generar electricidad y también ingresos," concluyó el estudio.
Foto: Michigan City, IN, de generación de energía de la estación.. Lotzman Katzman / cc de 2,0 / Flickr