La Revolución Bolivariana – A paso de vencedores

CARACAS – Hoy en día, Venezuela es un país que experimenta profundos cambios políticos y sociales. El presidente Hugo Chávez Frías dirige un movimiento que busca poner las riquezas petroleras en favor el 80 por ciento de la población que vive bajo el nivel de pobreza.

El presidente Chávez anunció en su discurso de apertura del XI Congreso del Partido Comunista de Venezuela (PCV), “Tengo el chaquete del presidente, pero yo soy un hombre revolucionario.”

En solo tres años Chávez ha conseguido la aprobación de una nueva Constitución Bolivariana y su reelección bajo las estatutos de la nueva carta magna. En ambos comicios y el referéndum Chávez y su Movimiento de la Quinta República ganaron con mayorías abrumadoras.

El PCV, fundado en 1931, participa plenamente en el proceso revolucionario bolivariano. Sus militantes organizan a través el país para profundizar los principios democráticos de la nueva constitución y el programa social del nuevo gobierno.

Se encuentran los cimientos de esta pacífica revolución en al año 1989. En ese año el recién elegido presidente Carlos Andrés Pérez impuso una serie de medidas económicas neoliberales que causaran agudos aumentos en los precios de servicios y mercancías en la canasta básica. Después de un incremento en el costo del pasaje para viajar en autobús de 50 por ciento el pueblo venezolano, harto del deterioro de su condición económica, se lanzó a las calles en disturbios que sacudieron el país. El presidente. Andrés Pérez declaró la ley marcial y centenares fueron muertos antes de restaurar orden.

El teniente coronel Hugo Chávez y otros oficiales de las fuerzas armadas organizaron el Movimiento Revolucionario Bolivariano. Ellos estaban en contra de la corrupción dentro de la fuerza castrense y los oficiales de los partidos políticos dominantes, la Acción Democrática (AD) y el Partido Social Cristiano (COPEI).

En 1992 Chávez dirijió un frustrado golpe de estado. Fue encarcelado. En los años entre 1992 y 1998 los gobiernos de turno seguían la política de privatización de compañías estatales, recortes en programas sociales y la apertura de la industria petrolera estatal a corporaciones foráneas. Estas medidas para “sanar” o “regularizar” la economía venezolana según los dictámenes del Fondo Monetario Internacional, hicieron la situación de la inmensa mayoría de la población aun más precaria.

Chávez fue indultado y se postuló para la presidencia en las elecciones del 1998. Ganó con 56,5 por ciento del voto con el margen mayor de los 40 años.

Con la aprobación de la nueva constitución en 1999 con 85 por ciento de los votantes, Chávez empezó la construcción de un nuevo modelo de desarrollo en favor de los más oprimidos.

El PCV en sus 71 años de lucha revolucionaria reconoce la necesidad de cambios y su papel en ellos. La Declaración Política del XI Congreso dice, “Desde su misma fundación, en 1931, el PCV ha impregnado a muy amplios sectores de la sociedad venezolana con ideas de democracia, de progreso social y de defensa intransigente de los intereses nacionales. Hemos sido una fuerza propulsora de todos los avances que el país nuestro ha logrado alcanzar, en medio de grandes dificultades internas y de la bárbara represión anticomunista trazada desde el exterior por los gobernantes de EE.UU., en estas últimas siete décadas.”

Esta trayectoria revolucionaria sigue hasta el presente, hablando de los retos actuales, el PCV dice, “Se trata a su vez, de acumular fuerzas en el movimiento obrero y popular, en los sectores campesinos y en la intelecualidad progresista, para que el proceso cuente con un contingente de clases y capas sociales capaces de avanzar en la profundización de la revolución democrática y patriótica, abriéndole perspectivas socialistas, objetivo este que es consustancial a la estrategia revolucionaria de los comunistas.”

A pesar de luchar en una manera pacífica y democrática Chávez ha Ganado el odio de la oligarquía y sus politiqueros vencidos. El gobierno bolivariano tiene una política extranjera más nacionalista y tercermundista causando “preocupaciones” por parte del gobierno norteamericano.

Los que se enriquecieron durante las últimas décadas tratan de crear una situación de “ingobiernabilidad” y caos como hicieron las clases dominantes en Chile contra el gobierno de Salvador Allende y la Unidad Popular.

En su discurso de apertura presidente Chávez citó las palabras de “Che” Guevara, “Si una revolución es verdadera se triunfa o se muere.” En los 3 días de su congreso el PCV examinó su estructura y métodos de trabajo para adaptarse a la coyuntura histórica que enfrenta Venezuela. Los más o menos 400 delegados discutieron como funciona su partido y su nivel de preparación para defender y ampliar la revolución bolivariana.

En varias ocasiones durante los debates los dirigentes del partido hicieron hincapié en la importancia de este momento histórico. Por la primera vez desde las heroicas gestas de Simón Bolívar de crear una república democrática y liberal Venezuela puede hacer una verdadera revolución que beneficie a los campesinos, desempleados, péquenos empresarios y los obreros.

Los sueños del Libertador fueron frustrados por su prematura muerte y el asesinato de General Sucre. El PCV sale de su congreso lleno de esperanza pero muy consciente de los peligros y retos que enfrentan. Los defensores del viejo y corrupto orden sufrieron derrotas en los comicios pero no tienen mucho poder económico y control de los medios de comunicaciones.

El peligro va más allá del sabotaje económico. Guillermo García, asesor del gobierno escribe, “... las exhortaciones a la violencia de algunos ennegrecidos, parecen tener cada día mayor influencia en la orientación de los enemigos de la República Bolivariana.”

Pero García, quien participó en el Congreso del PCV tiene confianza en las fuerzas populares, “Sin embargo, a pesar de todos estos cerrojos, lo que permite a la Revolución Bolivariana vencer las dificultades es su compromiso con el pueblo y con los valores morales que sustentan la identidad nacional y el servicio a la Patria. El compromiso con los más elevados objetivos políticos y sociales, con el patriotismo, la liberación nacional, la democracia participativa, la honradez administrativa, la solidaridad y justicia sociales, alimenta la superioridad moral de la Revolución Bolivariana para hacer frente a las adversidades y derrotar la cultura de colonialismo, del acaparamiento de la riqueza por una minoría; vencer la política de la dependencia, del despilfarro y la entrega de las riquezas del país.”

No solo el pueblo venezolano espera el éxito del proceso revolucionario bolivariano, sino también los pueblos de América. Buscan alternativas a las políticas neoliberales, las cuales las han golpeado fuertemente en los últimos años.

Los delegados se dieron cuenta de su responsabilidad e hicieron un llamado a la solidaridad internacional. Los delegados internacionales de Europa, Asia y América se comprometieron en llevar el mensaje de esta revolución y su máximo dirigente, Hugo Chávez a sus países.