HANOI, Vietnam (Prensa Latina) - El ministro para la atención a las minorías étnicas y las áreas montañosas de Vietnam, Honag Duc Nghi, lo define con claridad meridiana: resolver el problema de atraso de las nacionalidades es un objetivo puntual del Estado y la clave para alcanzar el desarrollo social.

El jefe de esa cartera perfiló la concepción en cuanto al tratamiento privilegiado a las etnias poco a poco para no obviar detalles, y fue al final de sus respuestas cuando alcanzó esa cúpula evaluativa definitiva.

Este ha sido el flanco preferido de los enemigos de Vietnam para atacar a las autoridades de Hanoi. Sin embargo, la realidad les deja sin base y eso es lo que ocurrió exactamente en el difundido problema de la meseta Tay Nguyen, donde se quiso provocar un conflicto, precisamente con la utilización de las etnias.

El desenlace, con el retorno y la reunificación familiar de los incitados a irse ilegalmente a Camboya, era de esperar para quienes vimos en la práctica, en un recorrido de varios días por aquellas zonas montañosas centrales, cual es la atención estatal a esos pueblos.

En la entrevista con Nghi salieron a flote algunos datos que son reveladores de la preocupación oficial por las 54 etnias existentes en el país, consideradas como un componente indispensable y elemento inseparable de la rica cultura tradicional vietnamita.

Aunque aun falta un buen tramo para salvar las diferencias de esas zonas rurales con los principales centros urbanos del territorio nacional, ya han quedado resueltos algunos de los problemas perentorios de las etnias, opinó.

En ese sentido, el ministro explicó que el gobierno reserva cada año una fuerte inversión en programas específicos referidos a su desarrollo socio-económico.

Aclaró que por diversos factores, entre ellos históricos, las minorías siempre vivieron en zonas montañosas, apartadas, en condiciones naturales muy duras y ello les ubica en desventaja a la hora de disponer de las facilidades de la modernidad.

Allí las infraestructuras son anticuadas, el nivel productivo se mantiene bajo y las condiciones de acceso a los servicios públicos como la salud, agua potable, educación, la información y la cultura ha habido que crearlas en cada aldea de manera expedita, recordó.

Desde que se aprobó la primera Constitución de Vietnam, en 1946, en el país se dictaron normas básicas que establecen el régimen de igualdad y solidaridad mutua entre todas sus poblaciones. Este es un pensamiento único con el que se inició la atención a las etnias, que no ha cambiado y que se mantendrá en el futuro, recalco Nghi.

Por eso - aclaró - ellos ponen en juego su talento en favor de la construcción de nuestro régimen social, en tanto citó el ejemplo de que el crecimiento del Producto Interno Bruto en las regiones donde radican las etnias, en el periodo 1996-2000, alcanzó un 12,5 por ciento de ascenso, 1,78 superior al PIB nacional.

Mencionó, por otra parte, que el indice de pobreza en sus predios disminuye anualmente un 2,3 por ciento, entre el 20 por ciento de familias necesitadas al nivel del país, incluso es mejor que la cifra mencionada por el primer ministro Van Van Khai en el parlamento, quien precisó que en el 2001 descendió en general al dos por ciento.

Entre otros tópicos que Nghi evalúa como reveladores de los avances que se alcanzan en esas zonas apartadas, estó el hecho de que en la actualidad la mayoría de las comunidades permiten el acceso a vehículos automotores, el 82 por ciento de ellas tienen teléfonos, el 70 accede a la radio y el 63 recibe la TV en sus propios dialectos.

El ingreso per capita anual de las etnias es aun bajo, de unos 211 dólares, aunque hoy es superior 1,4 por ciento al de 1990, mientras que el consumo de alimentos promedio por personas al año es de 300 kilogramos. Un 70 por ciento tiene acceso a la electricidad.

A nivel de las 61 provincias y ciudades autónomas del territorio nacional, las minorías ocupan un 14 por ciento entre su ciudadanía, de 96,7 millones de habitantes (censo de 1999 auspiciado por el Fondo de Población de la ONU).

Su densidad poblacional es mucho mayor en las cuatro provincias de la región Tay Nguyen (Kon Tum, Gia Lai, Dac Lac y Lam Dong), donde las 45 nacionalidades que allí habitan ocupan un 32,3 por ciento de sus 4,2 millones de habitantes.

A partir de 1996 el gobierno de Hanoi. emitió varias resoluciones especiales que tienden a fomentar el desarrollo especifico de esas comunidades en las áreas productiva, educación, salud y cultura.

En especial, en Tay Nguyen existen cinco universidades y siete centros de formación técnico-profesional. La cobertura de escuelas primarias es total en las etnias, así como la visita del personal de la salud, aunque solo un 39,3 cuenta con la presencia de médicos de forma permanente.

Además de los proyectos que se ejecutan en esas zonas para acrecentar la producción agropecuaria en general, se incentiva a la vez la creación de bosques, que hoy cubren un 54 por ciento de las tierras donde están asentadas las minorías.

En esas regiones se ha conseguido, por otra parte, un ascenso anual de un 11 por ciento en cuanto a creación de áreas industriales.

Otras políticas prioritarias del Estado en relación con esos grupos poblacionales han sido encaminadas a los sectores crediticio e impositivo, sobre todo en cuanto al fomento de los cultivos, cría de animales y construcción y mejoramiento de sus viviendas.

Un aspecto que poco se menciona del Vietnam multiétnico y en el cual indagamos con la máxima autoridad del país en el ámbito de las minorías es la representatividad pública de las nacionalidades.

Nghi explicó que a todos los niveles están presentes personalidades de sus pueblos y mencionó varios casos de primer rango: Nong Duc Manh, el máximo dirigente del país, y Tong Thi Phong, Secretaria del Comité Central del Partido Comunista (PCV) a cargo de las etnias, (ambos de la minoría Thai del norte del país).

Entre otras figuras prominentes se refirió además a Cu Hoa Van, integrante del Comité Ejecutivo de la Asamblea Nacional y Presidente del Consejo de Nacionalidades (minoría Hmong).

El ejecutivo del gabinete vietnamita dijo, por otra parte, que la entidad que encabeza intercambia constantemente experiencias con otros países constituidos por distintas minorías, principalmente de Asia.

Desgraciadamente, opinó, el tema a veces solo es tratado como un problema de asistencia social y no como fundamento multiétnico.

Es evidente que el régimen social tiene mucho que ver con la realidad, puntualizó Nghi, de que esos pueblos son al mismo tiempo dueños y objetos del desarrollo.