Lección de las elecciones de Massachusetts: ¡Organizar, no lamentar!"

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"¡Organizar, no lamentar!" Esa es la creciente llamada de las fuerzas sindicales y progresistas luego de la elección inesperada en Massachusetts del republicano Scott Brown al Senado de EEUU.

Aun antes de terminarse las votaciones la ultraderecha y los medios informativos ya comenzaban a opinar que el presidente y el Congreso deben abandonar su agenda y ceder al obstruccionismo republicano.

Pero una actitud así sería un desastre aun mayor que la pérdida de un solo voto en el senado.

Los votantes estaban airados y buscaban alivio a la crisis económica: no veían a los trabajos creados con el estímulo económico; temían que se les quitarían sus beneficios de salud o que se les impondrían impuestos sobre estos beneficios; y no oían dirigirse a sus preocupaciones a la demócrata Martha Coakley. Mientras tanto, Scott Brown empleaba retórica populista y videos de John F. Kennedy para reclamar como suya la herencia Kennedy.

"Ves;" dijo el presidente de la AFL-CIO, Richard Trumka, "creen que se está cuidando a Wall Street. Creen que se están cuidando a las grandes corporaciones norteamericanas. Creen que se están cuidando a las aseguradoras. Pero no creen que se les están cuidando a los trabajadores".

Andaba dividido el Partido Demócrata en Massachusetts luego de las elecciones primarias, aumentando la dificultad de sacar el voto. Cuando vieron los estrategas republicanos nacionales la oportunidad ofrecida por un a campaña demócrata debilitada, pusieron manos a la obra. Recabaron millones de dólares en línea de todo el país utilizando la red construida durante todo el verano por los "teabaggers" (activistas de ultraderecha). Estaba repleta la televisión con anuncios y los votantes fueron bombardeados en sus casas con llamadas telefónicas automatizadas.

Es fenómeno nacional la ira y la frustración con la falta de trabajos y el estado de la economía. Para recobrar la iniciativa, ya hacen falta acciones grandes y decisivas para crear millones de trabajos y reconstruir la economía. Hay que enfrentar a la oposición, no rendirse frente a ella.

Dijo un dirigente sindical estatal a la revista "The Hill," "Si van corriendo los oficiales hacia el centro político como algunos están tratando de hacer, si abandonan sus promesas de campaña, habrían aprendido de estas elecciones una lección muy equivocada."

Mostró una encuesta de opinión sobre cuidado de salud que fue realizado fuera de los lugares de votación, que "por margen de tres a dos," declaraban los ex partidarios de Obama que votaban por el republicano Scott Brown que la propuesta de ley de cuidado de salud actualmente aprobado por el Senado "no va suficientemente lejos". Por margen de seis a uno, estaban de acuerdo los partidarios de Obama que se quedaban en casa. Y de colmo, todavía desea un 80% de todos los votantes la posibilidad de una opción pública en la propuesta de ley".

Mostraba una encuesta de la AFL-CIO que es una estrategia perdedora el acuerdo demócrata reciente de imponer impuestos a los beneficios de cuidado de salud a las familias trabajadoras. Los votantes que creían que podrían tener que pagar impuestos sobre sus beneficios de salud votaron en un 64% por Brown como protesta.

Se está movilizando el grupo "Health Care for America Now" ["Cuidado de Salud para Norteamérica Ahora"] para "finalizar bien la reforma de salud," exigiendo que sea "alcanzable para todos, sin impuestos sobre los beneficios, y que a las aseguradoras se las mantengan contables con la posibilidad de una opción pública de seguro médico.

Las elecciones en Massachusetts no deben ser leídas como un movimiento hacia la derecha pero más bien como fiel indicación del pensamiento inconsistente y flujo entre los votantes en un momento duro, con la mayor división entre ricos y los demás en toda nuestra historia. Las elecciones sirvieron como protesta, diciéndoles a los Demócratas que deben enfrentar a la oposición y cumplir con las necesidades del pueblo.

Rebozaba con júbilo el estratega republicano Dick Morris luego de lo de Massachusetts, imaginando cómo crear una mayoría republicana en las elecciones de este año. Todos sus trompetazos son parte de un plan para crear un clima política favorable a la reacción, recurriendo hasta al racismo y el odio antiinmigrante a gran escala.

Pero estos funestos pronósticos no llegarán a ser realidad si se movilizan primero como nunca antes a nivel de base los trabajadores, juntos con los votantes afronorteamericanos, latinos, asiáticos y del Pacífico, mujeres y jóvenes, empujando al Congreso y al presidente a enfrentarse a Wall Street y a cumplir con la promesa de trabajos y seguridad económica, incluso con programas gubernamentales financiados con recortes a las guerras e impuestos sobre las riquezas más extremas.

 

Foto:  http://creativecommons.org/licenses/by/2.0/http://www.flickr.com/photos/labor2008/ / CC BY 2.0