Ley de Bush sobre educación causa daños a escuelas

CHICAGO – Enviaron las cartas en agosto. Cientos de miles de padres recibieron la noticia. Sus niños estaban en escuelas que no satisfacían las normas de la nueva ley.

Esta nueva ley federal, “Ningún niño dejado atrás”, está haciendo estragos en la escuelas públicas. La ley pasó con apoyo de ambos partidos, tras el 11 de septiembre 2001, y es la legislación principal del programa de educación de la administración Bush. La ley exige que los distritos escolares midan el nivel de aprendizaje usando exámenes aprobados por el departamento federal de Educación. Los resultados de los exámenes son dividido en “subgrupos” étnicos, racial e ingreso, entre otras categorías, tal como niños que no tienen dominio del inglés y niños en clases de educación especial. Si 40 por ciento en uno de estos subgrupos no pasan los exámenes, toda la escuela se considera que falló. El nivel sube a 50 por ciento el año que viene. La ley no otorga ningunos fondos para reducir el número de estudiantes en cada clase ni para los otros programas requeridos por la ley.

Bajo la ley, pueden cerrar escuelas, cortar fondos federales, y usar vales. La educación pública puede ser destruida.

En Illinois solo, 574 escuelas fueron calificadas como malas, o el término que suena más lindo, “necesita mejoramiento”. Estas constituyen 20 por ciento de todas las escuelas públicas del estado con 410 mil estudiantes.

¿Qué hace los padres cuando reciben tal carta? Ningún padre quiere que sus hijos vayan a una escuela mala. Entonces, los padres buscan escuelas clasificadas como mejores o buenas y tratan de que sus hijos ingresen a una de estas.

Pero el problema de la promesa en la ley, de que los padres pueden “escoger” una escuela, es simplemente otra exageración de parte de la administración Bush. En Chicago, hay como 270.000 estudiantes en escuelas que están “fallando” y solo espacio para 1.097 niños en las escuelas ‘buenas”. Unos 19 mil solicitaron los 1.097 espacios. Lo mismo se está repitiendo a través del país.

Una madre con una hija que asiste a la escuela primaria Waters le dijo al diario Chicago Tribune que la niña lloró cuando supo que tenía que regresar a Waters. “Me sentí malísima porque no quería que vaya a Waters, pero no había nada que podía hacer”, dijo esta madre.

Waters, una de las 365 escuelas de Chicago que el gobierno considera “mala”, es una escuela vecindario, bilingüe. Con profesores y un personal dedicado, participación de la comunidad y los padres, la escuela Waters tiene un buen ambiente de crianza y enseñanza para 500 niños de kindergarten al octavo grado. Crear ese ambiente tomó años de cuido – como el jardín comunitario que se encuentra adyacente al patio de recreo hecho de cemento.

Y los resultados de los exámenes estaban mejorando en camino también.

Todo esa dedicación y trabajo fuerte fue destruido con el anuncio, no esperado, de que Waters estaban entre las 365 escuelas que estaban “fallando”. “Ellos han cogido y destruido todo lo que significa esta escuela”, le dijo a Nuestro Mundo Tomás Revollo, principal de la escuela. “Los maestros estaban muy positivo y ahora su estado de ánimo ha bajado”.

En la reciente reunión de Concilio de Escuela Local, Revollo contó como forzaron a los niños que todavía están aprendiendo inglés en el programa bilingüe a tomar el examen. No es que no examinen ni midan el progreso académico de los niños que no dominen el inglés o los que están en educación especial.

Hay métodos y exámenes para los niños en estos programas. Pero esos medios no son aprobado por la administración Bush. Revollo acuso de racismo y discriminación el forzar a niños que todavía están aprendiendo inglés a tomar tal exámenes. ‘Eso es discriminación y debe de haber una demanda”, él dijo.

Revollo, con 30 años de experiencia en la educación pública, llamó la ley, inspirada por Bush, “la peor cosa que ha pasado” en la educación, y ve la ley abriendo camino hacia los vales escolares y otras esquemas derechistas para la privatización.

Revollo también dijo que la ley se debe ver como parte de las otras políticas de la administración.

“El presidente pide $87 mil millones para Irak usando a nuestra pasión y patriotismo para conseguir el dinero. Tenemos que despertar – hay menos trabajo, pueden arrestar a un inmigrante como yo en cualquier momento, hay menos fondos para la educación y los soldados están preguntando cuanto tiempo” van estar en Irak, él dijo.

Revollo no es el único que siente coraje. Hay un creciente conocimiento en muchos distritos escolares – grande y pequeño, urbanos y rurales – que se le vendió algo falso a público con esta ley.

La intención de la ley – “mejorar el logro estudiantil” – es admirable, pero una midiéndolo con solo un examen no es justo escribió Reg Weaver, presidente de la Asociación Nacional de Educación, en su columna, “Ley de Reforma es Defectuosa”. Weaver también puso el tema de fondos para la ley en el contexto la crisis en los presupuestos de los estados.

“:La administración propone un recorte de $1,2 mil millones para los grados kindergarten a 12 mientras impone requisitos adicionales. Al mismo tiempo, de costa a costa, estados con poco dinero están dándole de baja a profesores y otros empleados escolares, y recortando programas para estudiantes y maestros”, dijo Weaver.

O como me dijo un niño de tercer grado, “Usted nos mintió, Bush”.



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