Según un nuevo estudio realizado por especialistas de las Universidades de Minnesota y Northwestern, la exclusión de más de 1.4 millones de ex reclusos negros del proceso electoral en Estados Unidos es deliberadamente racista y procede directamente de leyes segregacionistas establecidas en el siglo XIX. Florida ocupa el primer rango entre los estados que aplican con más crueldad tales procedimientos discriminatorios.
En el país que tanto se autoproclama modelo de demo-cracia, más de 1.7 millones de ciudadanos no tienen derecho a votar por tener antecedentes judiciales. De este número, una fuerte mayoría está conformada por personas de raza negra, un grupo social cuyos votos van generalmente en un muy alto porcentaje al Partido Demócrata.
El estado de la Florida, estratégico para la reelección del presidente republicano, George W. Bush, y gobernado por su hermano, se “distingue” con unos 600,000 ciudadanos privados del derecho a votar, un récord a escala de la nación.
El propio gobernador, Jeb Bush, es quien rige el sistema electoral a través de su secretaria de Estado, Glenda Hood amiga personal del cubanoámericano Mel Martínez, ex secretario federal de Vivienda y connotado cómplice de la mafia cubanoámericana de Miami.
Según el informe realizado por un grupo de estudiosos del sistema electoral estadounidense, Florida, Georgia, Texas, Virginia y Kentucky están entre los estados donde las últimas elecciones del Senado resultaron más reñidas (como las elecciones presidenciales del 2000) y fueron ganadas por los republicanos, en gran parte gracias a las restricciones aplicadas al voto de los ex-reclusos.
El documento titulado “Felony Voting Rights and the Disenfranchisement of African Americans” [El voto de los ex- reclusos y la exclusión de los afronorteamericanos] completa un estudio anterior, “Ballot Manipulation and the Menace of Negro Domination,” [Manipulación del voto y la menaza de dominación negra”], un trabajo conjunto de las Universidades de Minnesota y Northwestern.
“Los afronorteamericanos están, de manera significativa, en la población excluida”, comentó Christopher Uggen, sociólogo de la Universidad de Minnesota, y coautor del informe, en una entrevista con el sitio web Bet.com.
En la segunda mitad del siglo XIX, explicó, muchos estados se negaron a someterse a la 15 Enmienda, que garantiza a los negros el derecho de votar, y aplicaron una variedad de reglamentos y leyes con el objetivo de minimizar su voto bajo pretexto de una pretendida “amenaza de la dominación negra”.
El espíritu de esta denegación a otorgar a los descendientes de esclavos sus derechos elementales está presente en cada reglamento que obstaculiza el acceso de esa importante minoría a una democracia elemental. Poco ha cambiado en esa materia, en muchas partes del Sur esclavista y en otras regiones del país que invade a los demás para enseñar su concepto de la democracia.
El 13 por ciento de todos los hombres negros de Estados Unidos están privados del derecho a votar. Más de 245,000 mujeres se encuentran en esta misma situación.
En seis de los estados que deniegan así un derecho tan fundamental a través de reglamentos racistas (Alabama, Florida, Kentucky, Mississippi, Virginia, Iowa), una de cada cuatro personas de origen africano está privada de su derecho a votar.
Solo los estados de Maine y Vermont, en el Noroeste, permiten a los detenidos participar en los comicios.
En el mundo, la norma es que las personas detenidas recuperan automáticamente sus derechos cívicos, en su totalidad, al terminar el cumplimiento de su sentencia de encarcelación.
Tomado de Granma
Leyes racistas contra el voto en Florida