Los jóvenes se benefician con las uniones laborales

Para los trabajadores jóvenes que a lo mejor desconocen las ventajas de afiliarse a un sindicato, un reporte del Centro de Investigaciones de Política Económica, dado a conocer la semana pasada, tiene la respuesta a su pregunta “¿Que va a hacer un sindicato para beneficiarme?”

El reporte describe detalladamente las noticias buenas y malas. La noticia mala es que los trabajadores de 18 a 29 años tienen la tasa de sindicalización más baja de cualquier grupo por edad. A ellos les ha afectado más fuerte que a otros el estancamiento de aumentos salariales durante los últimos 30 años. Esto es a pesar del aumento en el número que tienen títulos universitarios.

La noticia buena es que los trabajadores jóvenes que pertenecen a un sindicato ganan en salarios un promedio de 12,4 por ciento más que los que no pertenecen a ningún sindicato. Eso es $1,75 más por hora. Es también 17 por ciento más probable que tengan seguro de salud por medio del patrón, y 24 por ciento más probable que tengan una pensión.

Según la organización “American Rights at Work”, el proyecto de ley “Employee Free Choice” (Opciones Libres para Empleados), daría a los trabajos un mecanismo directo y seguro de sindicalización si una mayoría firman tarjetas de autorización, ayudaría a los trabajadores conseguir un convenio laboral en un espacio razonable de tiempo, además de fortalecer a los castigos a los patrones que violan los derechos obreros. El senador Barack Obama no solo apoya la legislación, sino que también se ha apuntado en la lista de senadores que la patrocinan. El senador McCain está completamente en contra del proyecto de ley.

Para los trabajadores jóvenes en los oficios peor pagados, los resultados de la investigación muestran que el contraste entre estar y no estar en un sindicato es aun más extremo. El obrero joven mediano en un oficio de salario bajo pero donde hay sindicato, ganaba $10,62 la hora, casi dos dólares más que el salario de $8,74 de los trabajadores que no pertenecen a sindicatos. Esta diferencia se muestra también en su seguro de salud, pues 40 por ciento de los trabajadores de salario bajo que tienen sindicato, tienen cobertura, una cifra que ni siquiera alcanza a 20 por cuento de los que no tienen sindicato. En cuanto a una pensión, 29 por ciento de los sindicalizados la tienen, pero solo 11 por ciento de los no sindicalizados.

En estos tiempos económicamente duros, la ventaja de pertenecer a un sindicato no solo es fuerte, sino también obvia y necesaria. Si los trabajadores jóvenes esperan sobrevivir, prosperar y construir un futuro sólido, tenemos que luchar para que “Employee Free Choice” se convierta en ley.