Walter Tillow, Greg Godwin y Thomas Kenny critican al presidente nacional del Partido Comunista de alejarse de la base teórica del comunismo.
Estos declaran claramente su creencia que las tradicciones y teoría del marxismo-leninismo le han servido bien al PCEUA y yo estoy totalmente de acuerdo con esa declaración. Donde estoy en desacuerdo con
ellos, igualmente de fuerte, es su declaración de que el propuesto programa del partido y/o los comentarios de Webb son un alajamiento de estas tradicciones. En general, yo creo que las conclusiones sobre esta cuestión refleja una lectura descuidada de Webb.
Una indicación de esto es la afirmación de que “la idea de un partido de vanguardia no es solamente ignorada por el artículo de Webb, sino es reemplazado por una idea amorfa de ‘asamblea de fuerzas’ unidas más o menos alrededor de ‘constituyentes centrales’”. Esto simplemente no es el caso. Webb hablaba del concepto de la clase trabajadora al centro de estas “asamblea de fuerzas” que componen el movimiento de masa amplio que retará a la clase dominante.
Lo qué Tillow, Godwin y Kenney no ven es que Webb no se estaba dirigiendo solo al papel y la naturaleza del Partido Comunista, sino que estaba hablando de movilizar a los amplios sectores del pueblo en Estados Unidos contra la administración Bush y los elementos más reaccionarios del capital en este tiempo específico.
Aunque yo estoy de acuerdo con la definición que los autores dieron sobre la naturaleza de un partido de vanguardia, yo también estoy de acuerdo con los que dicen que puede llevarnos al elitismo. Para ser más específico, el concepto de partido de vanguardia es lógico pero ha creado algunos problemas en la práctica.
Han habido tiempo en la historia de nuestro partido cuando el concepto de vanguardia ha resultado, sin intenció, en separ-arnos de nuestra base de clase trabajadora o nos ha llevado a poner obstáculos en el medio de buena gente que sinceramente querían luchar por el socialismo uniéndose a nuestro partido. Y seguramente, la izquierda sectaria ha usado el término “vanguardia” ad nauseum hasta el punto donde significa nada o se ve como una tontería.
Los autores toman fuera de contexto la negación de Webbb del concepto de un “Gran Día Revolucionario” como representando una partida del marxismo-leninismo y la revolución socialista. Leerlo más cuidadosamente revela que Webb no se “burla” de estos conceptos. Lo que él escribe es que no va haber un día cuando se destruye el capitalismo y el socialismo sale el próximo día – que el proceso es algo más prolongado. Esto es diferente a los que Tillow, Godwin y Kenny quisiera que creamos.
La propuesta para un programa del Partido Comunista es una afirmación del marxismo-leninismo y sus mejores tradicciones. No es un ejemplo del “excepcionalismo estadounidense” que nuestro partido ha rechazado, y que Tillow, Godwin y Kenny temen. Es, en vez, una aplicación estratégica del marxismo-leninismo a las condiciones actuales en Estados Unidos y un guía a la acción en la lucha por un EEUU socialista.
Lucha de clase todavía se encuentra en la agenda del PCEUA