Manifestación masiva pro derechos inmigrantes

CHICAGO – El lado sur de Chicago fue escena de una grande manifestación contra el grupo antiinmigrante Minutemen y en favor de la legalización de inmigrantes y la unificación de familias inmigrantes.

La manera que esta marchar se organizó fue muy diferente. Cuando dio la noticia de que los Minutemen estaba agitando contra los inmigrantes en los estados fronterizos como Arizona y California y que iban a formar un capítulo en Chicago, un locutor de radio local, Rafael Pulido, conocido como El Pistolero llamó por una marcha masiva para el 1 de julio en el lado sur de Chicago.

Poco después otro locutor en otra estación, Miguel Silva – El Chokolate – anunció que él también llamaba por una manifestación, pero para el 14 de julio en el centro de Chicago.

Pero el llamado del primer locutor en favor de una marcha de protesta ya había capturado la imaginación de las comunidades de inmigrantes en Chicago. Las principales organizaciones de inmigrantes, incluso el Centro Sin Fronteras, Casa Atzlán y el Centro Cultural Puertorriqueño y grupos de gente oriundo de cierto pueblo o región de Latinoamérica se habían comprometido a la marcha del Pistolero, no solo en Chicago, sino en los suburbios. Los grupos de base no iban a dejar que tan importante evento sea víctima a la competencia entre estaciones de radio y por demanda popular, El Chokolate canceló su marcha y llamó al Pistolero por teléfono en el aire y se comprometió a la actividad del 1 de julio.

La cosa creció y creció. Comerciantes pequeños en los vecindarios mejicanos, que pueden perder empleados y clientes si hay deportaciones masivas, le dieron el tiempo libre a sus empleados para que puedan ir a la marcha. Políticos y oficiales públicos se comprometieron cooperar. Los medios de comunicación hispanos en Chicago todos tomaron el tema y promovieron la marcha. Llamaron a todos vestir con camisa blanca para que sea claro quienes estaban participando en la manifestación.

Aunque los organizadores del evento pensaron que quizás participarían unos 15.000, salieron 40 mil según el periódico Daily Southtown de Chicago que publicó una foto panorámica mostrando un campo de camisas blancas. Esta fue la manifestación política más grande en Chicago desde las protestas contra la guerra en Vietnam de hace más de 30 años.

El congresista Luis Gutiérrez y otros oficiales públicos y líderes sociales se dirigieron a la multitud. Las demandas de la manifestación fueron simple y directas y totalmente de acuerdo con las de la Caravana de Libertad para los Trabajadores Inmigrantes: legalización, acceso al proceso para la ciudadanía, unificación de familias y por un fin a la persecución.