SELMA, Alabama — Unos 10 mil personas cruzaron el puente Edmund Pettus aquí el 6 de marzo en protesta de las tácticas para suprimir el voto en la cual se envolvió la campaña Bush-Cheney en las últimas elecciones y para demandar que se renueva la Ley de Derecho al Voto del 1965 que se vencerá en el 2007.
Esta multitud multirracial siguió los pasos tomado de los que marcharon por el derecho al voto y fueron atacados con macanas y gas lacrimógeno por la policía estatal de Alabama el “Domingo Sangriento”, 7 de marzo del 1965. Ese ataque motivó al país para promulgar la Ley de Derecho al Voto pocos meses después.
John Lewis, congresista demócrata por Georgia, en esos tiempos un organizador del Comité Coordinador No Violento de Estudiantes, casi murió a macanazos ese día. Él encabezó una delegación de 40 de sus colegas en la Cámara de Representantes y el Senado en esta celebración del 40 aniversario de esa marcha.
Lewis fue rodeado por jóvenes que lo admiran. “Es bueno ver a los jóvenes aquí haciendo ruido”, él le dijo a Nuestro Mundo mientras marchaba. “Mucha gente se quedan muy callados. Si a uno no le gusta la dirección a donde va el país, tiene la responsabilidad de ponerse de pie, de protestar sin violencia”.
El congresista demócrata por Florida, Kendrick Meek, el que encabezó la lucha “contemos todos los votos” después de las elecciones del 2000 le dijo a Nuestro Mundo que la estrategia ahora “es para renovar la ley de Derecho al Voto temprano” ante del 2007.
“No debemos esperar”, dijo Meek, advirtiendo que “la administración Bush no nos ha dado ninguna señal de apoyo”.
Bill Frist, líder de la mayoría del Senado y otros legisladores republicanos se unieron a la marcha. “Están bienvenidos unirse con nosotros. Pero tenemos que estar claro de que su agenda no es nuestra agenda”, dijo Ron Daniels, presidente del Centro para los Derechos Constitucionales, que ha defendido a las víctimas de las torturas de la administración Bush en Irak, Afganistán, y Guantánamo.
“Nuestra agenda es una democracia más amplia”, dijo Daniels. “Las fuerzas reaccionarias hablan de ‘democracia’ y ‘libertad’, pero toleran la tortura”.
Un gran gentío se juntó al frente de la iglesia Brown’s Chapel AME para una reunión antes de la marcha. Coretta Scott King, viuda de Martín Luther King, le recordó a los participantes que solo 216 afronorteamericanos estaban en puestos elegidos en 1965. Hoy hay 9.300. “Fue la Ley del Derecho al Voto lo que produjo este crecimiento en nuestro apoderamiento político”, dijo ella.
No obstante, 31 por ciento de los varones afronorteamericanos en Alabama se le niega su derecho al voto, mas bien debido a la privación del voto a los ex reos. King dijo que negarle el voto a estos es una forma de “tributación sin representación” y le recordó al gentío que “Estas últimas elecciones nos enseñaron, otra vez, que todas formas de trucos taimados fueron usados para no dejarnos votar”.
Una hora antes, dentro de la iglesia histórica que sirvió como el cuartel de movimiento de derechos civiles en los 1960s, Frist sudó mientras el reverendo C.T. Vivian hizo un llamado a la gente marchar “de nuevo otra vez” porque “nuestras necesidades no se están satisfaciendo”.
Vivian, un amigo íntimo del doctor King durante la lucha en Selma, criticó a Bush por arrastrar al país a una guerra. “No es posible conseguir la paz a través de la guerra”, dijo Vivian. “Simplemente porque tienes más armas que el resto del mundo, todavía te van odiar. Esa guerra destruyó los programas contra la pobreza y le causa daño a los necesitados. A los ricos no le causó daño”.
El ministro recibió una ovación por eso.
El reverendo Jesse Jackson repitió ese mensaje. “La lucha por el derecho a votar continúa”, él dijo. Él notó que las recientes elecciones en Irak usó el sistema de representación proporcional, que protege a los derechos de las minorías. Pero en EEUU, él dijo, millones, desproporcionadamente afronorteamericanos, se les niega el derecho al voto.
Mientras tanto, siguió Jackson, “Alabama no puede cumplir con la fórmula de Medicaid ... Alabama manda a miles de reos fuera del estado a un costo de $46.000 cada uno. Pero Alabama gasta solo $5.000 por cada estudiante para la educación.
El presupuesto de Bush, agregó, recortaría los fondos para las Becas Pell, vivienda de Sección 8, y cupones de alimentos. Todos estos recortes serían atrasos devastadores para los trabajadores y los pobres.
Jackson llamó a que se colectara un millón de firmas en una petición en favor de extender la Ley de Derecho al Voto. Él anunció que miles marcharán en Atlanta el 6 de agosto para reclamar el derecho a votar.
Marchando en medio de todos estaban los ministros luteranos Robert y Jeannie Graetz de Dayton, Ohio. Él era el único ministro blanco de una congregación negra en Montogomery. “Lanzaron tres bombas a mi casa y dos explotaron”, él dijo, “Si la tercera hubiese explotado, yo no estaría aquí ahora ... Teníamos cuatro niños pequeños en nuestra casa en ese tiempo”.
Contestando la pregunta de que ha cambiado desde esos tiempos, él dijo, “Ahora tenemos en Selma un alcalde negro, James Perkins. Hay algunos mejoramiento económicos también. Pero yo creo que la situación económica de la comunidad afronorteamericana es peor ahora que en el 1965”.
Su esposa dijo, “Está peleando esta guerra en Irak sobre las espaldas del pueblo. Ahora quieren $80 mil millones más para la guerra”.
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Marchan en Selma para defender derecho al voto