Mordaza en el Congreso

WASHINGTON – Las oficinas de la congresista por Florida Corrine Brown se están inundando con mensajes desde que los republicanos quitaron del récord oficial su discurso acusando a George W. Bush de robarse las elecciones del 2000 y planear hacerlo otra vez en el 2004.

El alboroto surgió cuando el congresista Steve Buyer, republicano por Indiana, introdujo y la Cámara aprobó una medida prohibiendo a cualquier oficial federal pedir observadores de la Organización de las Naciones Unidas como monitores para las elecciones del 2 de noviembre en EEUU. Esta ley de mordaza fue una respuesta a una carta enviada el 1 de julio por una docenas de congresistas, incluyendo Brown, al secretario general de la ONU Kofi Annan pidiendo observadores de la ONU para prevenir que se repita el debacle de las elecciones del 2000.

Con coraje Brown se dirigió a los republicanos en el hemiciclo, “Yo vengo de Florida donde ustedes y otros participaron en lo que yo llamo el golpe de estado estadounidense”, ella proclamó. “Necesitamos asegurarnos que no pase otra vez. Tiempo tras tiempo después de que ustedes se robaron las elecciones, ustedes regresan y dicen ‘Déjenlo ya’. No, nosotros no los vamos a dejar y queremos verificación del mundo”.

Con ira Buyer exigió que quiten sus palabras del récord oficial y así fue. Sin arrepentirse, la congresista Brown volvió a hablar el próximo día. Quitar sus palabras del récord “es simplemente otro ejemplo de como el Partido Republicano trata de cubrir lo que pasó en las elecciones del 2000” y esconder “sus preparaciones para robarse las elecciones de este año también”, dijo ella.

Ella dijo que en el condado Duval, el cual ella representa, 27 mil papeletas fueron descartadas, principalmente en los precintos de mayoría negra en Jacksonville, parte de una purga ilegal e inconstitucional de las listas de votantes. “Yo vi lo que pasó en mi distrito .. y hay todavía una posibilidad peligrosa que podemos ver repetir las violaciones flagrantes de derechos civiles en las próximas elecciones del 2004”.

Brown exigió una “parte neutral, como las Naciones Unidas, o la Organización por la Seguridad y Cooperación en Europa ... para supervisar y observar nuestras elecciones en una manera sin prejuicios”.

David Simon, secretario de prensa de ella, le dijo a Nuestro Mundo, “desde su discurso nuestra oficina ha sida inundada con llamadas, 90 por ciento o más apoyando a la congresista Brown. Los mensajes vienen no solo de sus constituyentes en Florida, sino de California, Tejas y muchos otras estados también”.