Mujeres sindicalistas exigen fin a la guerra en Irak

LAS VEGAS — Algunas 800 mujeres (y unos pocos hombres) vitorearon cuando aprobaron una resolución para exigir un fin a la guerra y a la ocupación de Irak. Fueron delegados a la XIV convención nacional bienal de la Coalición de Mujeres Sindicalistas (CLUW, por sus siglas en inglés) que se reunieron aquí del 10 hasta el 13 de octubre.

La convención también aprobó fuertes resoluciones apoyando a seguro médico universal, a la justicia para los trabajadores inmigrantes, y a la promoción de más mujeres y gente de color al puestos de liderazgo en el movimiento sindical.

La resolución por la paz exigió una “retirada inmediata y completa de todas las tropas norteamericanas y de todos los contratistas en Irak”, dijo “no” a las bases permanentes en Irak, y plenas reparaciones de guerra para reconstruir la infraestructura iraquí, e hizo un llamado en favor de la soberanía iraquí sobre su propio petróleo y “un cuidado de salud de máxima calidad, rehabilitación, y los beneficios que sean necesarios” para los veteranos norteamericanos de la guerra que regresan a casa.

Fueron aprobados también resoluciones aprobando a la Ley de Libertad de Escoger para Empleados, la Ley de Restauración a los Salarios Justos, vacaciones pagadas para madres y padres de familia, derechos matrimoniales para gays, un comercio internacional justo, y la celebración del Primero de Mayo como Día de los Trabajadores.

La convención duró días emocionados, con canciones laborales y bailes que marcaban el comienzo y el fin de cada plenaria y la recepción gala para la última tarde.

Un momento especial de la convención fue un discurso del representante John Conyers, demócrata por Michigan, patrocinador principal del proyecto de ley HR 676, que busca establecer a nivel nacional un seguro médico universal, y encabezado de la Comisión Judicial de la cámara baja.

“Todos incluidos, nadie afuera”, fue el lema de Conyers. Dijo él que todos los países industriales del mundo salvo el nuestro gozan del cuidado médico para todos. Los delegados se pusieron de pie, gritando “¡Todos incluidos, nadie afuera!” en apoyo a la legislación.

También anunció Conyers que la Comisión Judicial de la Cámara de Representantes iba celebrar audiencias sobre la cuestión de los Seis de Jena.

Un panel de oradores de los grupos constituyentes de la AFL-CIO, entre ellos el Instituto A. Phillip Randolph, la Coalición de Sindicalistas Afronorteamericanos, la Asociación de Trabadores Sindicalistas Asiáticos y del Pacífico, el grupo Orgullo en el Trabajo y CLUW, discutieron la necesidad de promover la diversidad a todos niveles de liderazgo en el movimiento sindical. Fueron caracterizados muchos cuerpos de liderazgo como “machos, pálidos y caducados”. Para que crezca el movimiento sindical, enfatizaron, los dirigentes sindicales deben que “parecerse a sus integrantes y deben enfrentar a los mismos problemas”.

Una plática inspiradora ofrecida por Linda Chávez-Thompson recordó a los delegados los retos de las próximas elecciones de 2008. Chávez-Thompson acaba de jubilarse como vicepresidenta ejecutiva de la AFL-CIO y fue la primera sindicalista latinoamericana de tener tan alto puesto en la federación laboral.

La nueva vicepresidenta de la AFL-CIO, Arlene Holt-Baker, también se dirigió a las delegadas sobre las próximas elecciones. Holt-Baker es la primera afronorteamericana que ha ocupado la vicepresidencia de la AFL-CIO.