Todavía puedo ver a mi madre caminar por la calle Palmetto, con las bolsas de compra en la mano. Las hortalizas saliendo de la bolsa como mirando por los lados.
Lluvia o sol, esta era su rutina diaria. Después de un día de trabajo en el telar de la esquina – trabaja a tiempo parcial para poder cubril las necesidades – corria hacia la tienda de verduras. Había veces que me llevaba para ayudarla con los paquetes. La tienda tenía casi todo lo que se necesitaba para preparar una comida saludable y es eso lo que justamente hacía todas las noches en la semana.
Éramos pobres, pero hay pobres y hay pobres. Nunca me acosté con hambre. Me gustaría creer que la escena que describí fuera la norma para las familias en EEUU hoy en las ciudades grandes y pequeñas, pero sé mejor que eso. Un dólar – si tuvieras uno – no es lo que era. El pan 15 centavos, un cuarto de galón de leche 13 centavos. Caramba, en aquel entonces con $4 podrías alimentar una familia de seis con una comida nutritiva.
Entonces aquí está mi caso con la obesidad. Muchas familias hoy ni tienen tiempo ni dinero para preparar comidas nutritivas. La mayoría de los padres que tienen empleo trabajan aun más horas que antes, entonces optan por los alimentos que se cocinan pronto o ni que tienen que cocinarse. Muchos de estos alimentos son fritos o están procesados al punto de quitarles cualquier valor nutritivo. La mayoría tiene bastante sal y aceites hidrogenados. Los alimentos fritos tienen grasas indigestibles. Súmale a esto el consumo de alimentos a bases de azúcar y tienes una receta para el desastre,
En los últimos 20 años ha habido un crecimiento drámatico de obesidad en Estados Unidos. Actualmente, más del 64 por ciento de los adultos de EEUU están sobre peso o obesos, según los resultados de La Encuesta Nacional 1999 - 2000 de Investigación de Salud y Nutrición, un aumento de 36 por ciento desde 1980. Un estimado de 16 por ciento de niños y adolecentes de las edades 6 - 19 años estan sobre peso. Los examenes hecho a niños de 2 años han encontrado niveles altos de triglicéridos y colesterol.
A medida que la carrera hacia lo peor continúa en los EEUU y otros lugares, me parece claro que la mala nutrición y la obesidad van de mano en mano con las tendencias actuales del capitalismo global. Observar a los estadounidenses con los ojos de naciones en desarrollo, podría dar la impresión de que nosotros tenemos prosperidad y buena salud. No podría estar más alejado a la verdad.
Obesidad – sin tiempo ni dinero para la buena nutrición