La AFL-CIO añadió su voz a la creciente oposición a una guerra con Irak la semana pasada cuando el presidente de esa colectividad sindical, John Sweeney, se reunió con John Monks, secretario general del Congreso de Sindicatos Británico, para reclamarle al presidente Bush y al primer ministro británico Tony Blair, que permitan que los inspectores de armas de la ONU tengan “tiempo adecuado” para completar su trabajo.
En una carta del 30 de enero, Sweeney y Monks dijeron que estaban escribiendo de parte de la “gente trabajadora en ambos nuestros países” para recordarle a Bush y a Blair que el “objetivo de nuestra política debe ser tomar todos los pasos posible” para desarmar a Irak antes de hacer guerra.
Los líderes sindicales terminaron su carta escribiendo que no pensaban que la primera fase había terminado y que “encuentren una resolución a esta situación que proteja la paz y seguridad de nuestros países”.
Además de la fedración nacional en Estados Unidos otras organizaciones laborales han tomado posiciones contra en favor de la paz. Hasta la fecha siete sindicatos nacionales y 24 consejos del trabajo (organización que agrupa a los sindicatos en un área local) se han pronunciado en contra de la política bélica de Bush contra Irak.
La resolución de la Asociación de Azafatas, con 18 mil miembros, dijo, “Una guerra no provoked con Irak que cause muchas bajas entre los miembros de los servicios militares y el pueblo iraquí, no está en el mejor interés de nuestros tripulantes, y otros trabajadores de las aerolineas, o la gran mayoría de los trabajadores del mundo”.
Sara de la Cruz, encargada de comunicaciones para el sindicato, le dijo a Nuestro Mundo, “Una guerra puede ser devastadora para los 80.000 empleados de United Airlines. Esto es un tema muy emocionante para nosotros porque muchos perdimos amistades y compañeros de trabajo el 11 de septiembre, pero las que estamos enfocadas en nuestro trabajo sabemos que tradicionalmente la venta de pasajes baja 10 por ciento durante una guerra. Con dos de las lineas més grande ya en bancarrota, absolutamente no lo podemos soportar”.
De la Cruz señaló la lucha actual de su unión laboral para derrotar las propuestas en el Congreso que buscan quitarle los derechos a los trabajadores de las aerolineas poder negociar colectivamente y el derecho a la huelga, reemplazándolo con arbitraje obligatorio basado en las necesidades de la compañía y los pasajeros. “Bush está empujando fuerte contra los sindicatos”, ella dijo. Las azafatas están más activa politicamente, ella dijo.
Dirigentes méximos de los sindicatos principales en el érea de Chicago representando a 100.000 trabajadores hablaron en una declaración el 6 de febrero del “costo verdadero” de la guerra, incluyendo el “robo de los fondos de Seguro Social”. También hablaron de los resultados de la “seguridad patria” y el Acta Patriota que privatiza a los empleos de cientos de miles de empleados federales, negando sus derechos civiles y atacando los derechos de trabajadores a salir en huelga y organizar sindicatos.
El 24 de enero, la Confederación Internacional de Sindicatos Libres advirtió que se estaba acercando la guerra contra Irak, añadiendo que el crecimiento militar en el Golfo Pérsico “arriesga … el proceso” que vio a los inspecctores de armas de la ONU retornar a Irak el año pasado.
En un comunicado de prensa anunciando su punto de vista, la federación dijo que la acción militar “es innecessaria e inacceptable” y no está justificada con la “evidencia actual”. Esta organization sindical internacional, que está basada en Bruselas, representa a sindicatos con 158 millones trabajadores en 150 países.
El 30 de enero, LO-Noruega, la federación sindical de Noruega, dijo que Estados Unidos “está siguendo con sus amenazas de guerra” a pesar del hecho de que los inspectores de armas de la ONU no encontraron ninguna evidencia de que Irak tiene armas de destrucción masiva. LO-Noruega dijo que el comportamiento estadounidense “contribuye a un aumento de las tensiones internacionales”.
Afirmando que solo el Consejo de Seguridad de la ONU puede tomar “decisiones legítimas teniendo que ver con Irak”, LO-Noruega dijo, “EEUU no tiene el derecho de actuar como el policía del mundo en la situation [de Irak]”.
La declaración de LO-Noruega le recordó puntiagudamente al gobierno noruego que, “Un mandato Nuevo y no ambiguo del Consejo de Seguridad es una precondición absoluta para el uso de fuerza en relación a Irak”.
LO-Noruega se comprometió continuar su trabajo pro paz y le exigió a sus afiliados a participar en las manifestaciones del 15 de febrero que se están organized por el grupo Iniciativa de Paz de ese país.
Emilio Gabaglio, secretario general del Comité Sindical Europeo, añadió su voz al tema de la guerra o la paz en una declaración el 20 de enero. Diciendo que ninguna “lenidad” para el régimen en Irak es “acceptable”, Gabaglio añadió, “Europa no puede permitirse ser arrastrado a un conflicto en el cual sería el primero sufrir las consecuencias desestabilizantes, ambos a nivel político y económico”.
Anterior el Comité había emitido una declaración formal donde dijo, “Una decisión unilateral por EEUU o bilateral con el Reino Unido para ir a la guerra y actuar a través de un ataque preventivo sería una violación de ley internacional”. La declaración hizo un llamado a la Unión Europea de “hablar con una voz en favor de soluciones pacíficas”.
En una declaración hecha el 13 de enero, la Confederación de Sindicatos Alemanes (DGB por sus siglas en alemán) dijo que esa organization veía el despliegue de tropas estadounidenses en la región del Golfo con “mucha preoccupation”, añadiendo que un ataque contra Irak “parece evidente”.
El DGB dijo que tratar de vencer al terrorismo es “un asunto para la comunidad de naciones y no para un solo país, aunque ese país sea el único súperpoder”. La declaración tamibién dijo que cualquier uso de fuerza tiene que ser aprobado por la Organización de las Naciones Unidas, que tiene un “monopolio global sobre el uso de fuerza y las reglas de ley internacional”.
La organization sindical alemana declaró que aunque una alianza internacional contra el terrorismo es esencial, la DGB cree que el éxito en este esfuerzo está en “combatir las raíses del mal. Mientras la pobreza y la miseria, la represión política y la exclusion social sean parte de la experiencia cotidiana de gente en muchas partes del mundo, la calamidad del terrorismo no será eradicada. Son nuevas iniciativas económicas, socials y de desarrollo lo que es necesitado, no recurrir al uso de fuerza military”.
Organizaciones obreras luchan por la paz