Una ola de protestas en contra de la represión tomaron lugar al frente de los tribunales federales en Puerto Rico y varias ciudades de Estados Unidos el 10 y 11 de enero. El motivo de estas protestas fue la renovación de actos por parte del FBI que, según sus propias declaraciones, que van dirigidos contra el movimiento por la independencia de Puerto Rico.
Se citó a comparecer ante un Gran Jurado a Tania Frontera, Christopher Torres y Julio Pabón, tres jóvenes independentistas residentes en Nueva York, para requerirles información acerca de líderes independentistas y sobre una de las organizaciones que opera en la clandestinidad. Todo esto, como secuela del asesinato del líder Machetero, Filiberto Ojeda Ríos y de la incursión en las residencias de varios independentistas en que se incautó materiales y equipos con el fin de obtener información útil para encausar criminalmente a otros independentistas. Hay indicaciones que el FBI también buscan a Héctor Rivera, un fundador del grupo cultural neoyorquino “The Welfare Poets”.
El FBI, y por ende el Gran Jurado, busca que los activistas citados identifiquen gente en fotos de movilizaciones y actividades del independentismo boricua.
En la manifestación celebrada en Nueva York se anunció que la citaciones fueron aplazadas hasta el próximo mes de febrero. Martin Stoler, abogado de Frontera, dijo que hará una moción para desestimar la cita de su cliente. Dijo el representante legal que la cita es una violación constitucional en contra del derecho a la libre expresión y el derecho a asociación.
Aunque dan la razón de que esta investigaciones son en contra del grupo Ejército Popular Boricua (Macheteros) que luchan por la autodeterminación puertorriqueña desde la clandestinidad, Julio Muriente, copresidente del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano, dijo en la protesta de San Juan, que “la intención real es contra del movimiento independentista en su conjunto e incluso contra el pueblo de Puerto Rico. Por eso no caemos en la trampa sectaria ...”.
Edwin Irizarry, candidato a la gobernación de Puerto Rico por el Partido Independentista Puertorriqueño, dijo, “Miles de puertorriqueños y de hermanos latinoamericanos nos estamos uniendo aquí hoy y mañana para decirles a las autoridades federales que el independentismo no se va dejar intimidar con las presiones que nos están poniendo y vamos a seguir adelante, como siempre, hasta lograr la independencia de Puerto Rico”.
El sacerdote episcopal Luis Barrios, pastor de la Iglesia San Romero de las Américas en Nueva York, escribió en el periódico neoyorquino El Diario-La Prensa, “De aquí la necesidad de la no colaboración con los Gran Jurados, los cuales en este momento histórico son instrumentos jurídicos de control social de la clase dominante para reprimir los movimientos disidentes que surgen en contra de la política terrorista de George W. Bush en general y de la descolonización e independencia de Puerto Rico en particular”.
Como de costumbre en el movimiento independentista se espera que los citados no acudan a dar testimonio.
En las pasadas semanas el jefe del FBI en Puerto Rico, Luis Fraticelli, compareció a diferentes medios radiales y justificó la cruzada del FBI contra los independentistas diciendo que ésta es parte del plan preventivo de Estados Unidos contra el terrorismo. Dichas declaraciones describen al movimiento independentista como terrorista con todas las implicaciones que eso supone.
Organizaciones y escritores patrióticos puertorriqueños han estado alertando sobre los actos represivo del FBI y otras autoridades federales en contra del movimiento por un Puerto Rico libre y soberano desde el asesinato de Ojeda Ríos y las redadas contra hogares y sitios de trabajo de activistas y dirigentes independentistas.
Además de en Puerto Rico y Nueva York, otras protestas tomaron lugar en Florida, Connecticut, Massachusetts, Illinois y California.
Protestan contra represión a patriotas boricuas