El 21 de abril unas 300 personas protestaron en Ponce, Puerto Rico en contra del acoso por el Negociado Federal de Investigaciones (FBI) estadounidense en contra de dirigentes y activistas por la independencia y soberanía de esta nación caribeña. Los manifestantes partieron desde el Museo del Masacre de Ponce que conmemora la matanza de varios militantes del Partido Nacionalista de Puerto Rico en 1937 en una marcha pacífica que se piensa fue ordenada por el gobernador norteamericano de Puerto Rico en aquella época.
La marcha, que fue convocada por representantes de diversas organizaciones independentistas, socialistas, de derechos humanos, además de dirigentes laborales, según un comunicado de prensa, tuvo el lema principal de “FBI fuera de mi país”.
Héctor Pesquera, copresidente del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano, dijo antes de la marcha, “Hay un esfuerzo redoblado de parte del FBI de criminalizar la lucha por la independencia de Puerto Rico y tratar de aislar a los dirigentes de los sindicatos y las comunidades que se han ganado el respeto de los integrantes de sus respectivas organizaciones”.
El doctor Michael González Cruz, profesor Ciencias Sociales en la Universidad de Puerto Rico y afiliado con la Nueva Escuela, una de las organizaciones que convocaron la marcha, dijo a los manifestantes, “Se avecinan más intervenciones del FBI, más allanamientos, más citaciones al Gran Jurado. Llegó la hora de la resistencia del ejército de Filiberto, que son todos ustedes; la hora de decir que no vamos a colaborar, no vamos a contestar ninguna pregunta a estos charlatanes, no vamos a comparecer al Gran Jurado. Se tiene que salir de nuestro país”.
Rafael Cancel Miranda, ex preso político puertorriqueño, dijo “Estamos resistiendo, somos un pueblo que lucha” e instó a los activistas a “organizarnos”.
Desde que el FBI allanó la casa del dirigente independentista clandestino, Filiberto Ojeda Ríos, del Ejército Popular Boricua, y lo mataron, esa agencia policiaca de Estados Unidos ha estado persiguiendo a dirigentes y activistas del movimiento patriótico puertorriqueño.
Cinco meses después de la muerte de Ojeda Ríos, que no lo permitieron rendirse a un periodista y sangró hasta la muerte, el FBI allanó a las casas y sitios de trabajo de varios activistas independentistas en distintos sitios de esta colonia. Su razón, según reportes del mismo FBI, fue para prevenir un “ataque terrorista doméstico potencial”. No obstante, más de dos años después no se ha arrestado a nadie en Puerto Rico por ser “terrorista”.
Este año en Nueva York las autoridades federales han citado a varios independentistas en Estados Unidos ante el Gran Jurado. Según los citados le han dicho que querían que identificaran a fotos de gente tomando parte en actividades políticas legales en pro de la independencia de Puerto Rico. Estos se han negado a dar testimonio.
Últimamente en Puerto Rico el FBI está siguiendo a activistas del movimiento independentista. Miguel Viqueira, integrante de La Nueva Escuela – grupo que educa a los puertorriqueños de los sectores marginalizados sobre la necesidad de la independencia puertorriqueña – dice que el 16 de abril él salió de su casa para el trabajo cuando varios agentes armados y con chalecos blindados identificados con las siglas del FBI, lo rodearon y en una actitud hostil y provocador comenzaron ha amenazarlo. Aunque Viqueira les dijo que no tenía nada que hablar con ellos y trataba de cerrar la puerta de su automóvil para marcharse, no lo dejaban y seguían insultándolo y amenazándolo. Después de un rato se marcharon sin mostrar ninguna orden judicial para la intervención. Algo parecido le pasó a Tania Delgado Soto, quien trabaja con el movimiento cooperativo y fue interceptada por la mañana al salir de su en Río Piedras. En su caso fueron dos hombres y una mujer del FBI en una van blanca. Ante la negativa de acceder al requerimiento de los agentes para que cooperara, y ella insistir en llamar a su abogado, estos se marcharon.
Protestan hostigamiento del FBI en Puerto Rico