Empezando el sábado, 28 de marzo, en Londres y Berlín, y culminando en protestas de masas alrededor del mundo el 4 de abril, millones de trabajadores y activistas por la paz se movilizaron para expresar su ira en contra de la crisis económica capitalista y el aumento de tropas en Afganistán.
La semana de protestas coincidieron con la cumbre de los gobiernos G20 en Londres, Inglaterra (1 y 2 de abril), y la de la OTAN en Estrasburgo, Francia (3 y 4 de abril). En la Cumbre del G20, mandatarios de los países con las 20 economías más grande del mundo, que cuentan con 90 por ciento de la actividad económica mundial, se reunieron para discutir sus estrategias para rescatar al capitalismo de su crisis, que está empeorando, y para prevenir que cada país trate de resolver los problemas domésticos a su manera. En la reunión del OTAN, líderes de esta alianza militar occidental buscaron llegar a un acuerdo para intensificar el conflicto de ese bloque en Afganistán.
Los manifestantes, motivados por una variedad de razones, protestaron en ambas reuniones para expresar la creciente ira de los pueblos del mundo por la calamidad causada por 30 años de la globalización neoliberal capitalista y su determinación de poner fin a la intensificación de la guerra del OTAN en Asia Central. Millones se unieron a ellos en sus propios países alrededor del mundo protestando en solidaridad en las acciones más masivas del mundo desde las manifestaciones contra la guerra en Irak del 2003.
Antes de la apertura de la G20 en Londres, decenas de miles protestaron para decirles que el mundo entero estaría vigilando lo que harían. En Londres, por lo menos 20 mil se reunieron para pacíficamente protestar y reclamar empleo, control gubernamental del sistema financiero, y que castigue a los culpables por la crisis económica. En Berlín, miles marcharon solidarios con los manifestantes en Londres pero fueron atacados por la policía.
Mientras los líderes de los país más ricos del mundo se reunieron en Londres el 1 de abril, gente protestaron en las calles alrededor del mundo de sus países para presentar una visión alternativa a la de la Cumbre del G20.
En Londres, decenas de miles se reunieron en varios puntos a través de la ciudad. Algunos se reunieron en el Banco Real de Escocia (una de las instituciones centrales en la crisis económica) y el Banco de Inglaterra. Ahí la policía restringió el movimiento de los manifestantes, cosa que resultó en peleas. Otros protestaron ante la Embajada de Estados Unidos contra la intensificación de la guerra del OTAN en Afganistán. Finalmente, grupos marcharon por el centro financiero de Londres reclamando que nacionalicen a los bancos, despedir y llevar a la justicia los ejecutivos que dirigieron las instituciones financieras principales, y a favor de poner “fin al capitalismo”. El tema principal de las protestas en Londres y alrededor del mundo fue que el capitalismo ha fracasado y que una orden alternativa social y económica debe reemplazarla.
También hubieron grandes protestas a través de México, donde el Partido de los Comunistas Mexicanos reportó que miles marcharon en contra del capitalismo, por un fin al Tratado de Libre Comercio Norteamericano, y por los derechos de los pueblos originarios. Los comunistas mexicanos lanzaron los días de protestas bajo el lema de “Día Internacional de Lucha por los derechos de los trabajadores y contra la explotación”. Protestas tomaron lugar también en ciudades de Canadá, Europa, América Latina y Asia el 1 y 2 de abril.
En Nueva York en Wall Street el 3 y 4 de abril más de 10 mil protestaron contra la avaricia capitalista, intensificación de la guerra en Afganistán igual que contra la guerra en Irak, y a favor de la gente victimizadas en la crisis económica por los embargos de casas y pérdida de trabajo mientras que los banqueros ricos recibieron miles de millones en fondos públicos.
Los medios italianos reportaron que en Roma más de 2,7 millones de trabajadores tomaron parte en una marcha de protesta dirigida por la Confederación General de Trabajadores Italianos (CGIL por sus siglas en italiano) y los partidos comunistas.
“Hay una brecha muy grande entre lo que se necesita hacer y lo que están haciendo”, dijo Guglielmo Epifani, dirigente de la CGIL, a los manifestantes. La protesta estaba repleta de letreros con las consignas, “Juntos Construyeremos un Futuro Diferente” y “Abajo con el Nuevo Mussolini”. Esta última consigna se refería al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, un derechista.
En Estrasburgo, Francia, donde los líderes del OTAN estaban “celebrando” 60 años de la alianza capitalista militar y planes de intensificar guerra en Afganistán, más de 20.000 tomaron las calles y hasta controlaron partes de la ciudad.
Protestas mundiales contra crisis económica y guerras