El presidente Nicolás Sarkozy creyó que era fácil implementar las políticas neoliberales en Francia. Pero no, el país está convulsionado. Primeramente fueron los universitarios que se oponen a la ley de Pecresse — por el nombre del ministro de Educación — y que mantiene en pie de lucha al estamento estudiantil. A última hora se han sumado al movimiento los estudiantes de bachillerato.
Hace varias semanas que los trabajadores de régimen especial declararon paro y mantienen paralizado el transporte público, porque el gobierno pretende aumentar a 43 años las cotizaciones para tener derecho a la jubilación. Los huelguistas han recibido el apoyo del Partido Comunista Francés, el Partido Verde y el Partido Socialista y otros sectores de izquierda que consideran que solo se deben cotizar 37 años para tener derecho a disfrutar la pensión.
A esta convulsión social, el martes se sumaron los trabajadores oficiales del sector educativo, salud y empleados del sector aéreo, con lo cual se paralizó parcialmente este tipo de transporte.
¿Por qué luchan los trabajador es oficiales? Porque el Gobierno solo ofrece un 0,8 por ciento de aumento en los salarios para el año próximo. Los sindicatos afiliados a las distintas confederaciones de trabajadores franceses, se hallan sólidamente unidos y la dirección de la CGT y la CFDT ya lograron un primer éxito: Sarkozy tuvo que aceptar una negociación tripartita para discutir el problema de la edad de retiro y las anualidades, entre trabajadores, los empresarios y el Gobierno.
Debemos destacar la propuesta del Partido Verde que considera que para disminuir la brecha entre ricos y pobres, anualmente deben aumentarse los aportes de los ricos par a financiar las pensiones y disminuir el aporte de los sectores con menores ingresos. El Partido Comunista plantea que la edad de jubilación y los años de aportes debe ser menores para los trabajos más difíciles y de mayores riesgos.
Una vez más la lucha de clases muestra su terca existencia aún en los países más desarrollados, mientras sobreviva el capitalismo.
Pueblo de Francia lucha en contra política neoliberal