Comentario
John McCain tuvo suerte. A menos de 24 horas de haberse revelado en el diario neoyorquino The New York Times un reportaje conectando al director de la campaña de McCain, Rich Davis, con Freddie Mac, la gran institución hipotecaria que fue a la picada durante el colapso de Wall Street, el asunto se esfumó por completo de los titulares.
Según el artículo en The New York Times del 23 de septiembre, a pesar de previas órdenes de McCain este año de que ningún integrante de su equipo de campaña pueda ganar dinero de ningún trabajo de cabildeo, la empresa de cabildeo de Davis en Washington, la Davis Manafort, seguía recibiendo pagos de $15.000 por mes de la Freddie Mac.
Comenzaron los pagos a fines de 2005 y continuaron hasta este agosto pasado. Se reporta que recibió la Davis Manafort algunos $500.000 en total de Freddie Mac. Aunque actualmente se encuentre con licencia de su trabajo en la Davis Manafort, Davis, como dueño de la empresa, sigue recibiendo ingreso de sus ganancias.
Y esta violación a la promesa de campaña de McCain no fue todo. Ex oficiales de la Freddie Mac, respondiendo a la declaración de McCain de que Davis no había recibido pago ninguno de Freddie Mac, ni pudieron recordar ningún trabajo sustantivo hecho por la empresa de Davis de parte de su compañía en cambio al dinero recibido. Declararon estos que los pagos se hicieron con el solo intento de comprar acceso a la campaña de McCain, según reportes de The New York Times.
Antes de aceptar los pagos de Freddie Mac, había aceptado Davis algunos $2 millones para encabezar una “coalición” llamada “the Homeownership Alliance,” [“la alianza por la compra de hogares], grupo establecido conjuntamente por Freddie Mac y Fannie Mae. Supuestamente, este “Homeownership Alliance” iba a ayudar a las familias a comprar casas nuevas pero en realidad, según reportes de The New York Times, la “Homeownership Alliance” fue creada “para ayudarles a oponerse a nuevos reglamentos y para proteger su estatus como compañías autorizadas por el gobierno federal con un apoyo implícito federal”.
Como fue reportado en The New York Times, el trabajo de Davis fue él de ayudar a Freddie Mac y Fannie Mae a mantener un estatus legal “que las permitió coger préstamos baratos, ayudándolas a alimentar un rápido crecimiento pero también para aumentar sus compras de acciones hipotecarias de alto riesgo que luego las sellaron la suerte”. En palabras sencillas, ayudaba Davis a las dos grandes prestamistas a cometer las mismas actas que causaron tanto su colapso como el derrumbe financiero general en Wall Street.
Un día después de haberse publicado estas revelaciones en The New York Times, el diario capitalinos The Washington Post, además de publicar su propia versión del reportaje, publicó los resultados de su nueva encuesta conjunta con ABC News que indicaba que Obama gozaba de una ventaja de nueve puntos a nivel nacional. Esa misma tarde, 24 de septiembre, la primera parte de la entrevista de CBS News con Sarah Palin resultó tan vergonzosa para la campaña de McCain que comenzaban algunos republicanos a exigir la retirada de Palin como candidata a la vicepresidencia.
En fin, McCain tuvo suerte. La crisis financiera lo permitió “suspender” su campaña, ir a Washington como negociador; o, como luego resultó, antinegociador. Lo permitió amenazar con cancelar al primer debate presidencial y enturbiar las aguas con otras distracciones más, evitando así las consecuencias de las revelaciones sobre Davis, del fiasco de Palin y de sus pérdidas en las encuestas.
O, ¿será que no fue cosa de pura suerte?
Que suerte tuvo McCain