Uno de los gritos de la manifestación para derechos inmigrantes que pasó el pasado Primero de Mayo fue ¡Hoy marchamos mañana votamos! Pero los republicanos están tratando de bloquear ese camino.
El intento de revocar la ayuda a gente que hablan otro idioma que no sea el inglés como estipula la Ley de Derecho al Voto es otro ejemplo de los esfuerzos de los republicanos para tratar de disminuir el poder inmigrante en Estados Unidos. La Ley de Derecho al Voto, que nació durante el apogeo del movimiento para derechos civiles fue diseñado para prevenir la discriminación de votantes minoritarios.
En 1975 cuando la ley fue extendido la Cámara de Representante incluyó una provisión para boletos bilingüe y asistencia de traducción. En este próximo año la ley se vence y tiene que ser extendida de nuevo. El congresista republicano por Iowa, Steve King, le gustaría que la estipulación de ayuda a los que no hablan inglés se venciera.
King es uno de los legisladores demandando que el inglés sea la lengua oficial de Estados Unidos. King está usando la excusa que boletos bilingües contribuyen a errores en las elecciones y que los ciudadanos naturalizados deben saber suficiente inglés para votar. “Estamos hablando del orden público y creo que los hispanos en este país respetan a los valores norteamericanos de la misma manera”, dijo King.
Pero King no pudo ganar los votos necesarios y la propuesta para revoca la asistencia a votantes que no hablan suficiente inglés murió en el comité. La política contra los inmigrantes se a calentado siguiendo la traducción del Himno Nacional al español por artistas simpáticos a la lucha inmigratoria. El Partido Republicano tiene un historial de suprimir al voto minoritario. Esto ilustra las similaridades entre el movimiento popular de los derechos civiles y la lucha para los derechos de los inmigrante.
Republicanos atacan derecho al voto