STOCKTON, California - Por su nombre, Doyle Gardens [Jardines Doyle] parece ser un complejo placentero de departamentos en donde los residentes puedan caminar por jardines verdes repletos de flores. Pero su nombre es una mentira.
Muy al contrario, en este grande complejo de apartamentos en el centro de Stockton subsisten los residentes, en su mayoría familias afronorteamericanas pobres y de clase trabajadora, en condiciones terribles. Patricia Norman indica la basura tirada fuera de su puerta. El lavabo de Yolanda Jackson está por derrumbarse, y la insolación desgastada en la puerta de su refrigeradora deja escapar el frío. Tomoro Hooper se siente desconsoladamente bajo los estantes de toallas quebrados en su cuarto de baño mientras su abuelita, Patricia Perkins, mira las grietas en el linóleo.
En el departamento de Laronda Tishell el baño también está cayendo a pedazos. Uno de los cajones en su cocina está quebrado. Si se le olvida y lo saca, caen todos sus utensilios de cocina al piso.
Vicky Robinson usaba de vivir en el complejo también. Todavía siente un compromiso hacia los amigos y las amigas que conoció allí e los ayuda a organizarse a obligarle al dueño a componer los muchos problemas. Algunos se han quejado hasta de infestaciones de cucarachos y chinches. Robinson indica un hoyo en una ventana perforada por una bala. En vez de reemplazar el vidrio, hay un pedazo de contrachapado [plywood] tras el vidrio quebrado.
Robinson se reúne con residentes alrededor de una mesa en el patio para discutir estos y otros defectos.
El residente discapacitado Ricky Cobb lee un aviso dejado en su puerta por el dueño, tan nervioso ya por el esfuerzo organizador que gente de la oficina del gerente ya toman cuenta de las reuniones y las visitas. Este otoño la tensión llegó a una crisis cuando 20 residentes y ex residentes pusieron un pleito judicial contra George García y Starr Property Management, la gerencia de los apartamentos. Dice la compañía que ya no maneja las propiedades de Doyle Gardens por García, que además de ser dueño del complejo, opera una compañía local de fianzas criminales.
Aunque parezcan extremas las condiciones en Doyle Gardens, estas reflejan el alto nivel de pobreza en el Valle de San Joaquín, sobre todo entre familias afronorteamericanas. Según un reporte por Sarah Bohn, del Instituto de Política Pública de California , los condados del Valle Central cerca de Fresno (Merced, Tulare, Kings, Kern y San Joaquín) se cuentan entre los más pobres, con tazas de pobreza arriba del 20 por ciento. Stockton es la mayor ciudad del Condado de San Joaquín, en donde un 22 por ciento de la gente subsiste debajo de la línea de pobreza. En toda California, dice Bohn, sufren afronorteamericanos una taza de pobreza de 22,1 por ciento.
Los 35.000 afronorteamericanos que viven en Stockton son el 12 por ciento de su población total. Con una taza de apartamentos vacantes de 9,4 por ciento, pensaría uno que la gente pueda encontrar otro lugar en donde vivir. Pero se encuentran muchos residentes de Doyle Gardens atrapados por las restricciones en los subsidios del programa Sección 8, subsidios para los cuales califican por sus ingresos extremadamente bajos. En efecto, las autoridades de la vivienda están trabajando como los facilitadores de García cuando lo permitan seguir cobrando el subsidio mientras hace pocas o nada de reparaciones.
Hasta a los oficiales municipales que se encargan de aplicar los códigos de viviendas parece que muy poco les importa. Richard Dean, gerente de programas para la aplicación de códigos de vivienda dijo al periódico The Stockton Record que luego de ponerse el pleito judicial, García está "trabajando más o menos bien con nosotros," que "tiene un plan de manejo," y que ha hecho cambios. "A estas alturas estamos confortables de que estamos caminando por una dirección correcta," dijo Dean al Record. Mientras tanto, califica García al pleito judicial como un "chantaje".
Muchos residentes de Doyle Gardens son clientes de la Ayuda Legal Rural de California [CRLA, por sus siglas en inglés] , que les está ayudando a llevar acabo su pleito legal contra García. "Creemos que las condiciones de vivienda son de una calidad inferior inadmisible," explicaba Marcela Díaz, abogada encargada de la oficina de la CRLA en Stockton.
Foto: David Bacon
Traducido del Inglés por Owen Williamson