Sindicalistas femeninas protesta contra la guerra y el terrorismo

LAS VEGAS, Nevada - 'Aviones de Estados Unidos han empezado a bombardear a Afganistán esta mañana', Gloria Johnson, presidenta de la Coalición de Mujeres Sindicalistas (CMS), le dijo a las 800 delegadas en la undécima convención bienal de la CMS celebrada desde el 4 a 7 de octubre.

'Aguantémonos de las manos en oración silenciosa para los niños de Afganistán. Hablando solamente para mi misma, yo rezo que el bombardeo cese', ella dijo.

Cientos de delegadas sindicalistas se tomaron de las manos en una protesta silenciosa, muchas también pensaron de hijos e hijas en los servicios militares estadounidenses. Irene Hull, delegado de la sección de Seattle, pidió que todo el mundo inunden las lineas telefónicas de George Bush y los legisladores en el Congreso.

La convención tuvo una sesión especial en memoria a las víctimas del ataque del 11 de septiembre. La mayoría de los que perdieron sus vidas tratando de salvar a las víctimas de ataque eran miembros de uniones.

El anuncio del bombardeo vino después de dos días de informes por las mujeres sindicalistas de un aumento en los ataques contra los derechos laborales de parte de la administración de Bush y los patronos.

Gerald McEntee, presidente de la Federación Americana de Empleados de Estados, Condados, y Municipios, animó a las delegadas a seguir luchando por los proyectos femeninos sindicales. Entre otras personas que hablaron ante la convención estaban Edgar Romney, secretario tesorero del Sindicato Unido de Empleados de la Industria de la Aguja y Textil, y la vicepresidenta ejecutiva de la AFL-CIO, Linda Chávez-Thompson.

Chávez-Thompson dijo que no era falta de patriotismo 'si nos oponemos a la guerra', después de oír del bombardeo de Afganistán.

La senadora estatal del estado de Nevada, Maggie Carlton, recibió una recepción entusiasta cuando le dijo a las sindicalistas que ella había sido delegada de taller para la Unión de Empleados de Hoteles y Restaurantes. Carlton continuó trabajando como camarera a tiempo completo mientras criaba sus niños pequeños. Ella le avisó a las delegadas en como elegir a trabajadores a puestos políticos.

'Nosotras no ganamos con dinero', dijo ella, 'nosotras ganamos con el pueblo'. Ella y otros delegados de talleres y activistas tocaron en más de mil puertas y le hablaron a muchos trabajadores para ganar la elección.

Un Foro de Mujeres Jóvenes formó parte dl programa de la CMS para organizar a los no organizados y avanzar a las jóvenes a puestos de liderazgo. Hubo un aumento en la participación de mujeres asiáticas y filipinas en la convención, incluyendo una presentación por Luisa Blue, presidenta de la Alianza Laboral Asia Pacífico Americana. El apoyo a los derechos de las trabajadoras inmigrantes fue subrayado en un taller especial y se votó una resolución en favor de derechos de los inmigrantes.

Las delegadas dejaron la convención con un sentir de urgencia que fue resumido en el título de una resolución de emergencia, 'Resolución sobre Acciones en contra los Sindicatos bajo el Disfraz de Seguridad Nacional'. La administración Bush quiere mantener a las uniones fuera de las agencias federales que son declaradas de 'seguridad' tal como la aduana. La resolución pide que se inunden con llamadas telefónicas a la Casa Blanca y al Congreso para estos ataques contra los derechos sindicales antes de que se amplié.

Parar a la estrategia de 'vía rápida' sobre el Área Libre de Comercio de las Américas (ALCA) fue una prioridad de la convención. El ALCA le daría el derecho a las corporaciones de explotar más aun a los trabajadores y las comunidades en 34 países, toda la América con la excepción de Cuba.

El ALCA amplia al Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLC), que ya le ha costado 766.000 trabajos en Estados Unidos y ha causado una rebaja de 23 por ciento en sueldo para los trabajadores de manufactura en Méjico. Un taller dirigido por Carrie Biggs-Adams, de los Trabajadores de la Comunicación, armó a las delegadas con la información de como el ALCA dejaría que las corporaciones contaminen el ambiente y anularían leyes locales laborales.