PHOENIX, Arizona — “No hay aliados que tengan cosas en común que la comunidad amplia y los sindicatos, y no aliados más naturales que el de los sindicatos y la comunidad afronorteamericana”, le dijo Bill Lucy, presidente de la Coalición de Sindicalistas Negros (CSN), a los 1.500 delegados a la 34ta convención anual de esta organización celebrada aquí el 26 de mayo.
El tema de la convención, “La CSN: Forjando una Nueva Visión para los Retos Duros por Adelante”, fue testigo de lo que muchos ven como un tiempo duro para el movimiento laboral estadounidense. Este está bajo intensa presión de una administración dedicada a destruirla. Mientras tanto, algunos en los sindicatos están preocupados que las propuestas internas de reestructurar amenazan con marginalizar a la representación de los sindicalistas minoritarios y femeninas en la federación nacional – la AFL-CIO.
Dirigiéndose a la convención, John Sweeney, presidente de la AFL-CIO, dijo que la CSN era el “corazón y alma” del sindicalismo. Nadie ha sufrido más bajo la administración Bush que las familias de los trabajadores afronorteamericanos, él notó. Sweeney agregó que 100 mil afronorteamericanos perdieron sus empleos el año pasado, muchos de estos madres solteras.
Él se declaró en favor de reformas para el movimiento sindical que fomente un centros, afiliados y organizaciones estatales y locales fuerte, “porque todos somos necesario haciendo lo mejor que podamos para ganar” victorias para los trabajadores y sus familias.
Lucy llamó por una reunión nacional, como la que se hizo en Gary, Indiana en el 1972, para desarrollar una agenda política independiente afronorteamericana.
En una entrevista durante la convención, Lucy le dijo a Nuestro Mundo que al referirse a Gary, él estaba llamando por un nuevo compromiso para formular una nueva agenda social, política y económica “que sea aplicable a todos los grupos dentro de nuestra sociedad pero que salga de las condiciones de negros”. Él dijo que la CSN trabajará para iniciar “una amplia discusión en las comunidades por todo el país” para aumentar la participación política negra.
Sweeney le dijo a la convención que él había invitado a sugerencias y propuestas para cambio de todo el movimiento sindical, resultando en miles de respuestas de miembros individuales, sindicatos nacionales, federaciones de estados, concilios centrales del trabajo, grupos de constituyentes, departamentos de la AFL-CIO, además de organizaciones de coaliciones y académicos.
Una de las propuestas más profunda vino de la CSN, dijo Sweeney, notando la sugerencia de Lucy que “el liderazgo de la Federación tiene que resistir el llamado para reducir el tamaño del Concilio Ejecutivo. El aumento de tamaño del Concilio no tienen ninguna relación a las bajas de los sindicatos”.
La propuesta del CSN, dijo Sweeney, pide la integración de los grupos de constituyentes en el liderazgo de los programas políticos y organización, y fortalecer el movimiento sindical a los niveles de estados y locales donde la organizaciones de la AFL-CIO están en contacto estrecho con aliados y constituyentes.
Pasó con unanimidad una resolución en favor de reorganizar a la AFL-CIO, en la cual el CSN se comprometió someter una propuesta en favor de “una campaña inmediata para organizar a los trabajadores del sur y el suroeste donde hay grandes secciones de trabajadores de color no organizado y explotados”.
En una reunión sobre las relaciones de los afronorteamericanos con indios, asiáticos y latinoamericanos, con la participación representantes de esas tres comunidades, señalaron a la importancia de la actividades unidas para derrotar a la ataques ultraderechistas contra los trabajadores y los pobres. Después de dirigirse a la reunión, el congresista Bennie Thompson (demócrata por Mississippi), le dijo a Nuestro Mundo, “La cuestión para la gente de color en el movimiento laboral es que tienen que mantenerse unidos. Al cambiar organizaciones a veces se le olvidan a la gente de color”.
El doctor Juan Andrade, hijo, del U.S. Hispanic Leadership Institute, le dijo ante la reunión que ellos “representan a la mayoría en cada una de la 10 ciudades más grande” en EEUU.
Este hecho, él dijo, representa un potencial para formar coaliciones que puedan cambiar la ecuación política del país. “Podemos ganar” se se forman el tipo de coaliciones necesaria, él dijo.
La convención pasó unánimemente resoluciones contra la guerra en Irak, en favor de formar comités locales contra Wal-Mart, en favor de talleres a todos los niveles del movimiento sindical que “muestre la relación particular entre el racismo, el capitalismo, y el imperialismo”.
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