Solidaridad laboral con Honduras

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Dan Kovalik, abogado general asociado del Sindicato Unido de Obreros Siderúrgicos (USW por sus siglas en inglés), acabó de regresar de Honduras el viernes, 10 de julio. Él formó parte de una delegación estadounidense de siete personas para investigar la situación en enfrenta el país centroamericano después del golpe de estado que depuso al presidente democráticamente elegido, Manuel Zelaya. La unión laboral siderúrgica y el sindicato global que ayudó organizar, Workers Uniting (Obreros Uniéndose), y la AFL-CIO todos han denunciado el golpe militar. Todos apelan por la restauración de la democracia y el retorno inmediato de Manuel Zelaya a la presidencia.

La delegación con la cual fue Kovalik incluía al padre Roy Bourgeois, fundador del grupo SOA Watch (Vigilando la Escuela de las Américas) y varios otros activistas de SOA Watch. SOA Watch ha estado luchando para cerrar la Escuela de las Américas, que entrena militares latinoamericanos, situado en Fort Benning, Georgia. Dos de los oficiales envueltos en el golpe militar en Honduras fueron entrenados en la Escuela de las Américas, infame por adiestrar militares en el uso de técnicas de tortura.

La delegación se reunió extensamente con dirigentes sindicales, obreros, agricultores y gente de diferente organizaciones de base y movimientos sociales. También se juntaron con organizaciones de los “desaparecidos” gente torturada bajo la dictadura militar previa. Ellos también participaron en una marcha pacífica que bloqueó la carretera Panamericana afueras de la capital hondureña, Tegucigalpa, como protesta en contra del golpe. La delegación estadounidense igualmente tomó parte en una gran reunión sindical en el local del Sindicato de Trabajadores de la Industria de Bebidas y en una manifestación al frente de la Embajada estadounidense donde exigían medidas más fuerte de parte de Estados Unidos incluso retirar al embajador como lo han hecho los países de la Unión Europea y de la región.

Kovalik le dijo a Nuestro Mundo que el presidente Obama es muy popular con los movimientos sociales hondureños mientras las elites y los que respaldan el golpe lo odian. No obstante, dijo Kovalik, los grupos sociales quieren ver que Washington ponga presión más fuerte para restaurar la democracia.

Kovalik dijo que la delegación tuvo la oportunidad de hablar con un soldado norteamericano estacionado en la base hondureña afuerita de la capital. Cuando le preguntaron sobre las relaciones con los militares hondureños visto las declaraciones del gobierno estadounidense que había suspendido contacto con los militares hondureños, el soldado dijo que eso era para el consumo de los medios y que todas las formas de contactos existían todavía.

Cuando este reportero le preguntó a Kovalik que fueron las conclusiones de la delegación, él dijo que era necesaria más presión del gobierno estadounidense para restaurar a Zelaya y que el tiempo era corto y crítico. Él señaló que los golpistas se mantienen en el poder por seis meses hasta las elecciones programadas en Honduras, será un golpe terrible al pueblo hondureño y la democracia.

Kovalik subrayó que se debe presionar al gobierno de Estados Unidos para que recorte más de los $16 millones, ya suspendidos por el golpe, en ayuda militar a Honduras (se estima que actualmente EEUU otorga más de $180 millones a Honduras incluso para los militares), retire todas las tropas estadounidenses de Honduras y cierren la Escuela de las Américas.