Una nueva encuesta de USA Today/Gallup Poll muestra que una porcentaje abrumador del pueblo estadounidense favorece la legalización de los indocumentados. Hasta 78 por ciento del público dice que los inmigrantes sin papeles deben tener la oportunidad de convertirse en residentes legales y llegar a ser ciudadanos de Estados Unidos.

Los resultados de la encuesta van en contra de lo que dice las organizaciones ultraderecha y antiinmigrante y señalan que el pueblo norteamericano rechaza la demanda de deportar a los 12 millones de inmigrantes como solución.

El sondeo, llevado a cabo los días 13 y 14 de abril, también muestra que la cuestión de inmigración no tiene tanta prioridad para la mayoría del público estadounidense. Los temas de “inmigración” e “inmigración ilegal” tenía poca prioridad para los que respondieron comparados con la guerra en Irak, Seguro Social, la economía y servicios de salud.

Entre los demostrado por la encuesta están lo siguiente:

• De los cuestionados, 78 por ciento dice que los inmigrantes indocumentados que se encuentra en Estados Unidos actualmente se le debe permitir que se normalice su condición de inmigrante, mientras que solo 14 por ciento dicen que los deben deportar y jamás permitirlos que regresen al país, y solo seis por ciento piensan que se deben deportar permitirlos de nuevo solo como trabajadores temporero.

• Mostrando una confusión dentro del 78 por ciento, 42 por ciento dijeron que los indocumentados deben ser obligado salir del país para después regresar y al fin hacerse ciudadanos, mientras 39 por ciento dicen que deben ser legalizados sin tener de irse para regresar.

• El sondeo enseña que los que respondieron piensan que se deben mantener unidas a las familias — 49 por ciento dicen que se debe dar prioridad para migrar al país a los que tienen familiares aquí, mientras 39 por ciento creen que la prioridad debe de ser para los que están bien educados y tienen habilidades de primera.

¿Qué significa estos resultados? Primero que nada, con la agitación intensa antiinmigrante del pasado año, y con la manifestaciones y marchas masivas pro inmigrante y las pequeñas, pero odiosas y racistas, manifestaciones contra los inmigrantes, se puede decir que los elementos pro inmigrantes tienen la delantera.

Segundo, los políticos que respaldan los derechos de los inmigrantes no deben tener miedo de votar a favor de legislación pro inmigrante y en contra de los proyectos antiinmigrantes.

Para concluir, estos resultados, igual que los resultados de otro sondeo recien en California, demuestran que más de 80 por ciento de los ciudadanos de ese estado favorecen legalizar a los indocumentados, pueden servir como munición para los activistas pro inmigrante y pro obreros en las vistas públicas que vienen sobre un nuevo proyecto migratorio. En estas tienen la oportunidad de exigir mejoras y más protección para ambos los trabajadores inmigrantes y nacidos en Estados Unidos.